“Pléyades” y “El Mar” –con música de Franc Martin y Claude Debussy, respectivamente- son los dos estrenos que el Ballet Contemporáneo del Ente Cultural de Tucumán presentará bajo la dirección general del destacado maestro Oscar Aráiz, en el marco del 54º Septiembre Musical.

Las funciones se realizarán el sábado 20 a las 22.00 horas, y el domingo 21, a las 21.00 horas, en el Teatro San Martín (Av. Sarmiento 601).

Para estas puestas, la agrupación que dirige Patricia Sabbag, trabaja con el maestro Aráiz desde el mes de julio. Pléyades pertenece al tríptico Stelle, constituido por tres ejercicios coreográficos: Aquelarre, con música de Paul Hindemith, creado para el CH-Tanztheater, Zürich en 1988; Pléyades, de Frank Martín para el Ballet del Grand Theatre de Ginebra, 1989; y Stelle, de Bryan Eno, para el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín de Buenos Aires 1989. La mirada en el cielo enhebra los tres paneles.

A partir del carácter sonoro que los tres instrumentos solistas (arpa, clavecín y piano) imprimen a la partitura de Frank Martín, se desenvuelve una serie de diálogos que fluctúan entre lo lírico y lo heroico. El conjunto evoca el cúmulo estelar que transita espacio y tiempo como una armada celeste. La coreografía, vestuario e iluminación son de Aráiz; en tanto que la reposición de Oscar Farías.

En “El Mar”, las potencias elementares del agua y el aire, como la música y la danza en su diálogo escénico, se desgranan en una multitud de emociones – atmósferas que pueden ser leídas desde ópticas abstractas, estilizadas o como relatos y cuentos de sirenas y filibusteros. Así, el espectador se zambulle en el espectáculo del mundo líquido, emocional, para sorprenderse en los contrastes de la impetuosidad violenta de las tormentas interiores y la poética o la delicadeza en la contemplación serena de las profundidades.

En la construcción de un juego teatral y coreográfico, las leyes de la física y la naturaleza se confunden íntimamente con el mundo anímico de los jugadores.

El Mar fue estrenado por el Ballet del Grand Theatre de Ginebra, Suiza, y remontado en el Ballet Nacional de Chile, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, el Ballet del Teatro Colón y el Grupo de Danza de la Universidad Nacional de San Martín. Recibió la distinción del Círculo de Críticos de Arte de Chile como mejor pieza de danza.