La persistente lluvia tal vez conspiró con la marcha. Aunque una semana atrás bajo las mismas condiciones climáticas la plaza Independia tenía otro aspecto en la Marcha del Silencio, en el homenaje al ex fiscal Alberto Nisman. Es que después de 9 años del crimen de la joven Paulina Lebbos, la sociedad tucumana parece indiferente a este aberrante hecho, y por lo que se pudo ver en la noche del jueves, la gente se conmovió más por la dudosa muerte del fiscal federal.

Si bien es cierto que Alberto Lebbos no estuvo sólo en la plaza Independencia, estuvieron los mismos de siempre. Los familiares de las víctimas de la impunidad, que también claman por justicia, y un reducido grupo de políticos de la oposición. No vale la pena mencionarlos, porque tal vez ellos fueron al lugar buscando algún efecto electoral. Pero son los mismos de siempre. El resto, la gente común, la sociedad, la masa que debería movilizarse o solidarizarse con un padre, con una familia y con tantas víctimas de la impunidad, no estuvieron.

Bajo la lluvia, Alberto Lebbos volvió a elevar su grito de Justicia, para que los verdaderos autores del crimen de su hija sean identificados y castigados.