"Quiero
hacer una breve referencia a la causa de la Embajada de Israel. Hubo
una sentencia en el año 1999, es decir, muy anterior a la conformación
de la Corte actual. Esa sentencia acordó cuál es la materialidad del
hecho y quiénes eran los culpables. Encontró culpable a un grupo de
Hezbollah. Esa sentencia está publicada y fue consentida por las partes.
Nosotros no la podemos modificar. Es cosa juzgada", declaró Lorenzetti ante una sala colmada. En la primera fila escuchaba el ministro de Justicia, Julio Alak.
El
domingo, durante su discurso en la apertura de sesiones ordinarias,
Cristina Kirchner había cuestionado a la Corte por supuestas dilaciones
en el expediente que investiga la voladura de la sede diplomática, en
1992. De acuerdo a la Constitución Nacional, este tipo de casos son
competencia exclusiva del máximo tribunal.
Otro
cuestionamiento de la jefa de Estado apuntó contra las demoras en el
denominado caso AMIA II. Allí un tribunal oral debe juzgar a Carlos
Menem -y otros imputados- por presunto encubrimiento del ataque a la
mutual judía. Al respecto, Lorenzetti aclaró: "La Corte Suprema no tiene ninguna competencia en este tema; no puede indicarle a un tribunal qué causa debe llevar adelante".
Y continuó, con tono firme: "El
problema es que los tribunales están saturados. Primero tenemos que
pedirles esfuerzo a los jueces y lo segundo es cooperación, porque en el
año 2010 se crearon los tribunales orales 7 y 8, que hubieran
solucionado estos problemas, pero todavía no hemos logrado que los
conformen". "Si tuviéramos a los tribunales orales 7 y 8, no habría estas demoras en los casos AMIA y Once", enfatizó.
En varios tramos de su discurso, Lorenzetti pidió evitar los
conflictos entre los poderes del Estado porque las víctimas esperan una
actitud "más madura" de las instituciones. "De nada sirve que digamos
que este es un problema de uno u otro poder del Estado. ¿Por qué no
pensamos en una vía más seria pensada en la cooperación para solucionar
los problemas de la gente que reclama justicia?", se preguntó.
Esa colaboración entre los poderes del Estado debe estar dirigida a "terminar con la impunidad", suscribió Lorenzetti. "Es
tiempo de terminar con la impunidad, de terminar con esos procesos que
no tienen resultados, con las investigaciones oscuras que se traban y no
se sabe muy bien dónde terminan. Terminar con la impunidad también
significa que nos enfoquemos en los procesos y no hagamos de ellos
disputas de intereses, disputa de poderes o disputas de cuestiones que
son ajenas a la lucha contra la impunidad", insistió.
Nisman, en un video institucional
La
apertura del año judicial comenzó con un video elaborado por el Centro
de Información Judicial. La edición terminó con un imagen del fiscal
Alberto Nisman, recientemente fallecido. Antes se sucedieron varias
fotos, entre ellas algunas vinculadas con los casos abiertos por
violaciones a los derechos humanos.
El
presidente de la Corte aseguró que todas estas personas elegidas para el
video de introducción son "víctimas" de las tragedias de los
argentinos. "Tenemos que mirar más allá de las caras, más allá de los
problemas que se han generado alrededor de estas tragedias. Detrás de
estas personas hay familias, hay dolor. Y ése es nuestro dolor",
sintetizó.
La ex esposa del fiscal Nisman, en
su carácter de jueza federal de San Isidro, estuvo entre las personas
que escucharon el discurso de Lorenzetti en el cuarto piso del Palacio
de Tribunales. El presidente del máximo tribunal estuvo escoltado por el
resto de los ministros de la Corte: Carlos Fayt, Elena Highton de Nolasco y Carlos Maqueda.