Luego de reiterados intentos fallidos de iniciar diálogo con el Jefe Municipal, Domingo Amaya, desde la Asociación de Puesteros del Mercado del Norte advierten que ese centro comercial fue "abandonado" por la intendencia. "Tras 5 pedidos de audiencia, 2 solicitudes de Pronto Despacho y varias invitaciones para que nos visite, el intendente (Domingo Amaya) no ha atendido nuestras preocupaciones por lo que consideramos que ha discriminado a toda la gente que trabaja en el mercado. Si en 10 días el jefe municipal no contesta nuestra invitación vamos a realizar una presentación en el Inadi por discriminación" sostuvo Félix Abregú, referente del sector.
Cabe destacar que desde la asociación que conduce Abregú durante años intentaron llegar a un acuerdo con Amaya para revalorizar el lugar, e incluso se barajaron dos proyectos para la recuperación del subsuelo, aumentar un nuevo nivel y recuperar la planta baja del edificio. Pero nunca fueron tenidos en cuenta por la máxima autoridad municipal.
En respuesta a estos planteos, en distintas ocasiones Amaya afirmó que
el municipio no cuenta con los fondos necesarios para revalorizar el lugar por
lo que para realizar las obras deberán recurrir a inversiones privadas. Esto
despierta temor en los puesteros, que interpretan cada
anuncio de llamado a licitación como el preanuncio de su expulsión, ya que no
podrían competir en igualdad de condiciones ante otros oferentes con mayor
capital de inversión.
El histórico edificio, ubicado en el centro de la ciudad, recibe por día la visita de alrededor de 15 mil personas que pasean, consumen y compran en el lugar, por lo que es considerado un lugar estratégico para la venta minorista. A pesar de esto, la última remodelación se realizó en la década del ´80 y se solventó con el aporte de los puesteros.
Lo cierto es que el estado edilicio del Mercado del Norte ha ingresado hace varios años en una etapa de crisis y para salir de ella se necesitará de una cirugía mayor. Para lo cual será necesaria una fuerte inyección económica proveniente o de la Nación o bien del sector privado. No obstante, cualquier modificación de la estructura edilicia deberá transitar primero por el Conejo Deliberante, puesto que fue declarado como Patrimonio de la Ciudad mediante la ordenanza 1773/91 y como tal debe mantenerse como mercado minorista respetando todas las características del edificio.