Ginóbili alcanzó los 293 triples en playoffs, siendo superado sólo por Ray Alllen con 385 y Reggie Miller con 320. Además, el bahiense aportó 10 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias

Los Angeles Clippers, en una de sus mejores actuaciones de la temporada, golpearon primero a los San Antonio Spurs por 107-92 gracias a un magnífico trabajo defensivo y a la espectacular actuación de Blake Griffin y Chris Paul.

Griffin firmó 26 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias, en tanto que Paul dejó su firma con 32 tantos, 7 rebotes y 6 asistencias. Por los Spurs destacaron Kawhi Leonard con 18 puntos y Tim Duncan con 11 tantos y 11 rebotes.

Ante un mar de camisetas rojas, con un muro infranqueable llamado DeAndre Jordan -autor de dos tapones casi seguidos sobre Duncan y Splitter en los primeros instantes- y un Griffin devastador, los californianos empezaron mordiendo (20-10), imponiendo el ritmo que más les favorecía y sacando dos faltas a Leonard en siete minutos.

Además, para desgracia de los Spurs, Tony Parker se retiró durante unos minutos a los vestuarios tras una torcedura de tobillo y la diferencia llegaba a los 12 (30-18) al término del primer cuarto.

Los tejanos, aprovechando el bajón de juego de la segunda unidad angelina, reaccionaron de inmediato con un parcial de 0-10, momento en el que regresó el base francés a cancha y los de Popovich no tardaron en ponerse por delante (35-37) por primera vez en el partido.

Arreciaban los problemas de faltas para Paul y Duncan -ambos con tres antes del descanso- en plena batalla defensiva, y aunque los Spurs lamentaban la ausencia de Splitter, con molestias en la pantorrilla derecha, al menos sacaron provecho llevando a Jordan a la línea de personal.

A San Antonio, que llegó al descanso por detrás en el marcador (43-49) y con un 35,6 por ciento de acierto de cara al aro, le costaba horrores dar con la fórmula para frenar a los titulares locales, especialmente al "vendaval" Griffin, que dejó en entredicho a Aron Bynes con dos tremendos mates, y a Paul en modo dominante (79-61).

Los locales plasmaron unos minutos para el recuerdo con un baloncesto estratosférico que partía de una defensa implacable.

Pero los de Greg Popovich no tiraron la toalla. Dos triples de Patty Mills, otro de Danny Green y uno más de Marco Belinelli provocaron nubarrones en el Staples Center (90-81), aunque el regreso a pista de los hombres de confianza de Doc Rivers devolvió la calma (100-83).

En los últimos cinco minutos, Paul llevó el timón con pulso de cirujano y mantuvo el control hasta el final, provocando la ovación de un público puesto en pie. El miércoles se disputa el segundo encuentro.