No fue el mejor fin de semana para Sergio Massa. Sus candidatos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Neuquén estuvieron lejos de ser competitivos y desde Tucumán tampoco recibió buenas noticias el aspirante a suceder a Cristina Fernández de Kirchner en la presidencia. Su armado territorial en la provincia sufrió un duro golpe con la reconciliación, largamente anunciada por cierto, entre los "Mellizos" Orellana y el alperovichismo.

Cuestiones más económicas que ideológicas motivaron que José y Enrique Orellana anuncien su retorno al oficialismo luego de algunos meses en los cuales estuvieron enrolados en las filas de Massa y Gerónimo Vargas Aignasse, candidato a intendente de San Miguel de Tucumán. José Orellana será candidato a diputado nacional en segundo término por el Frente para la Victoria. Enrique Orellana en tanto ocupará el primer lugar en la lista para legisladores provinciales por la sección Oeste con un acople oficialista y para cerrar el círculo, su esposa pretende sucederlo en la intendencia de Famaillá. Negocio redondo para los "Mellizos".

De esta manera entró en zona de riesgo el acto de Sergio Massa programado para el próximo 4 de mayo en Tucumán y en el cual, según proyecciones de Vargas Aignasse, tenían pensado movilizar cerca de 20.000 personas al parque 9 de Julio. La posición del actual legislador provincial quedó muy debilitada con la deserción de los Orellana a pesar de que su influencia en San Miguel de Tucumán es mínima. Ahora sólo le queda como aliado José Cano, del Acuerdo Cívico y Social, quien tiene  para la intendencia de la Capital preferencia por un candidato de la UCR, como es lógico por otra parte.

Además, Cano y los suyos en ningún momento estuvieron en el armado del acto de Massa, a pesar de que fue unos los pioneros dentro del radicalismo en anunciar una alianza con el ex intendente de Tigre.