Ante el avance de un flagelo que afecta a la sociedad en su conjunto, desde el Ministerio Público Fiscal y de la Defensa, que conduce Edmundo Jiménez, se puso en marcha un plan de lucha contra las drogas.
Para graficar la gravedad del problema, el magistrado informó que de acuerdo a un relevamiento realizado durante un turno en una fiscalía penal, se constató que 8 de cada 10 aprehendidos por delitos, es decir el 80%, reconoció que consume algún tipo de estupefaciente.
Entre otras medidas que apuntan a la
concientización y sensibilización de la sociedad sobre la real dimensión de
este problema, se avanzará
con la implementación de una “guía para la derivación de pacientes con
problemáticas de consumo de sustancias psicoactivas”.
Con esa premisa, el jefe de los fiscales
convocó a una reunión el próximo martes a las 17.30, en la sede de la
Delegación NOA del Ministerio de Seguridad de la Nación, en calle Laprida 1.040
de la capital, donde representantes de distintas área del Ejecutivo y de la
Justicia participarán de la presentación de esta guía. La tarea estará a cargo del
secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la Provincia, Lucas
Haurigot Posse.
Jiménez detalló que se realizará un
relevamiento sobre los recursos con los que cuenta cada una de las
instituciones que trabajan en la atención de adictos a los fines de abordar la
problemática. “Todos actúan en forma individual, sin coordinación. El Siprosa
tiene servicios para ofrecer que en la Justicia desconocemos. Entonces nos
vamos a reunir para saber con qué herramientas contamos”, precisó.
Además, destacó “la tarea que realizan
las organizaciones intermedias, como la Iglesia, a través de las ‘fazendas’,
pero no se conoce cómo se puede acceder. Por eso esta guía dirá cómo derivar
los casos de adicciones que detecte la Justicia, o cómo actuar ante el conocimiento
de los actores sociales de un hecho relacionado con venta de droga”, explicó el
ministro fiscal.
De la reunión prevista para la próxima
semana participarán jueces de Familia, penales, de Menores y correccionales,
los defensores oficiales, los fiscales, el gabinete psicosocial, el cuerpo de
peritos médicos y los forenses. Además, fueron convocados representantes de los
ministerios de Salud, de Desarrollo Social, el titular de la Pastoral Social de
la Arquidiócesis de Tucumán, Melitón Chávez, el obispo de Concepción, José
María Rossi, y los directores del instituto Roca, del centro Goretti, del
hospital Obarrio, del centro Las Moritas y del hospicio Del Carmen, donde se
atiende a los adictos.
El responsable del Ministerio Público
Fiscal advirtió que “la droga es un problema que afecta a nuestra sociedad.
Partimos de la observación que día a día vamos perdiendo terreno en esa lucha y
que es necesario programar otras estrategias y planes para cambiar esta
realidad que nos aqueja”, acotó.
Según Jiménez, “La droga no sólo nos
afecta en la salud, que es una cuestión que nos interesa a todos, sino que
también nos afecta en la seguridad y la familia, al tiempo de generar
corrupción en los sistemas de gobierno y las distintas instituciones y el
tejido social”.
Frente a ese panorama, el magistrado
propone “promover la sensibilidad ciudadana, la toma de conciencia del problema
en su real dimensión; comprender mejor el fenómeno de la droga, sus alcances,
su inserción social y sus factores económicos; dirigir acciones a los aspectos
que comprometen a los niños y los jóvenes, principales víctimas de este
problema y trabajar y promover la coordinación entre los distintos responsables
institucionales y con organizaciones de la comunidad”.
Jiménez reconoció que hay “falencias en muchas áreas que no se ocupan debidamente del problema, y otras que carecen de recursos para hacerlo. Por ello, hacen falta respuestas más realistas y eficaces. El narcotráfico está munido de los más modernos recursos, de los que dispone en abundancia, sin escrúpulos y sin límites. Pero no hay problema que no podamos resolver entre todos”, enfatizó.