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El diagnóstico por imágenes es clave para detectar una enfermedad que causa dolor de espalda crónico

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Dolor espalda Ampliar
Las técnicas de diagnóstico por imágenes tales como rayos X, ecografía, resonancia magnética y otras, son un importante aliado para detectar un gran número de afecciones, entre las que se encuentra la “Espondilitis Anquilosante”, una enfermedad autoinmune, reumática, crónica caracterizada por un fuerte dolor en la parte baja de la espalda.
El dolor puede perdurar por meses y empeora cuando la persona afectada se queda quieta, en estado de reposo. Las recientes recomendaciones de la “Liga Europea contra el Reumatismo” (EULAR, por sus siglas en inglés), subrayan la utilidad de estas técnicas de diagnóstico por imágenes para determinar el grado del daño e inflamación que se produce en la columna por esta enfermedad y a su vez, en los pacientes que ya están en tratamiento, medir su evolución.

La Espondilitis Anquilosante es una enfermedad autoinmune. Esto quiere decir que el propio organismo es el responsable de generar esta condición. Se manifiesta con dolor de espalda intenso que suele localizarse en la parte más baja de la columna, extendiéndose hasta las nalgas.

Si no es diagnosticada a tiempo, puede perdurar por meses, volviéndose una enfermedad crónica que afecta la calidad de vida de forma progresiva y discapacitante. Por lo general, se manifiesta en los hombres jóvenes de entre 20 y 30 años, que no sospechan que se encuentren ante una patología reumática.

El Dr. Alberto Berman, director del Centro Médico Privado de Reumatología y profesor de Medicina Interna en la Universidad Nacional de Tucumán destacó que cuando no se trata correctamente puede llevar a una discapacidad permanente: “La evolución crónica de este proceso tiene un alto impacto en la salud del paciente; limita cada vez más las funciones y la calidad de vida, ya que si la dejamos librada a su curso natural provoca la fusión de articulaciones (anquilosis), sobre todo de las vértebras de la columna, lo que produce dolor, limitación de la movilidad y finalmente discapacidad”.

Además, remarcó que “esta enfermedad a veces puede estar asociada o acompañada por otras manifestaciones que comprometen la piel como la Psoriasis o problemas oculares o intestinales como la Colitis Ulcerosa o la Enfermedad de Crohn” 

El diagnóstico de la enfermedad se basa en el examen físico (en especial, referencia a dolor en la zona lumbar) y en estudios de diagnóstico por imágenes (rayos x, ecografía y resonancia magnética) , así como en un rasgo genético común. Si bien la primera herramienta que se utiliza es la radiografía, los cambios “aparecen relativamente tarde durante el curso de la enfermedad, lo que causa su gran retraso diagnóstico”, declaró el médico, que comentó que el centro médico que dirige cuenta con un ecógrafo que se utiliza para mejorar el diagnóstico temprano: “Nos ayuda sobre todo en la investigación de inflamación de partes blandas, en  especial ,la que compromete los tendones , es lo que se llama entesitis  y también, ante la sospecha de inflamación articular, que a veces clínicamente no es tan evidente”.

Es importante diferenciar en forma precoz esta enfermedad de otros tipos de dolor de espalda, ya que el tratamiento de la Espondilitis Anquilosante es muy diferente al del dolor de espalda común. Los principales síntomas son: dolor en reposo (al permanecer inmóvil), sobre todo por la mañana, que mejora con el movimiento; dolor e inflamación en las articulaciones y/o en la unión del tendón con el hueso y rigidez en la parte baja de la espalda (la zona lumbar).

Ante estos síntomas es importante consultar a un  médico reumatólogo, ya que una vez determinada la causa, la Espondilitis se puede tratar para controlar los síntomas, reducir el dolor y así poder mejorar notablemente la calidad de vida del paciente. El diagnóstico temprano es fundamental “para reducir el largo retardo entre los primeros síntomas y el diagnóstico final”, recalcó el reumatólogo, y detalló que eso se trata de lograr “mediante la implementación de consultorios para la detección temprana de Espondilitis Anquilosante, como forma de mejorar el diagnóstico y tratamiento de las mismas, con la consiguiente mejoría de su pronóstico”. El “Centro Médico Privado de Reumatología” forma parte del “Consorcio Argentino de Espondiloartritis Temprana” (CONEART), una red de servicios de reumatología de Argentina para detectar en forma precoz la Espondilitis Anquilosante y otras enfermedades discapacitantes.

No sólo los genes
·         La Espondilitis Anquilosante es una enfermedad autoinmune, es decir que el propio sistema inmune ataca a las células del organismo.

·         Posee un componente hereditario, ya que el 95% de los afectados tienen una característica genética específica, el gen HLA B27.

Si bien se desconoce la causa de esta enfermedad, se cree que podría haber otros genes involucrados, y que son necesarios ciertos factores ambientales, como por ejemplo una infección bacteriana, para que se manifieste la enfermedad en las personas susceptibles de desarrollarla.