Inicio / Deportes / COPA AMÉRICA

Seis pepas y a la final

- -
El seleccionado conducido por el Tata Martino tuvo una buena producción y pudo celebrar seis goles ante Paraguay para ir a la final donde lo espera Chile. Ampliar
Argentina aplastó sin piedad a su par de Paraguay por 6 a 1 y pasó para jugar el próximo sábado la final de la Copa América frente a Chile.

Los goles del conjunto que conduce Gerardo Martino los convirtieron el defensor Marcos Rojo (14m. PT) y los mediocampistas Javier Pastore (26m. PT) y Ángel Di María (2m. ST y 7m. ST) y los delanteros Sergio Agüero (35m. ST) y Gonzalo Higuaín (37m. ST); mientras que para el equipo que dirige Ramón Díaz descontó el atacante Lucas Barrios (42m. PT).

Después de ocho años, Argentina volvió a meterse en la final de la Copa América. Argentina tiene Ángel. Tiene a un grupo infinitamente voraz. Tiene la final en el bolsillo y a Chile esperando. Tiene gol. Tiene, sobre todo, a Messi. O sea, tiene todo para soñar. El fútbol a veces da revanchas. Ocurrió en esta noche de goles, de baile, de ilusiones: la Selección vapuleó a Paraguay por 6-1, no dejó dudas, lo durmió. Marcos Rojo, Pastore, Di María, Agüero, Higuaín y a festejar... Y allá vamos. Como dice el tango, 22 años no es nada... El sábado cueste lo que cueste, pase lo que pase, habrá que dar el último de los pasos. El más difícil. El más deseado...

Si algo necesitaba la Argentina, más allá de meterse en el partido final, era contar con 90 minutos como los que terminó redondeando en Concepción. Es que a la Selección le sobró un tiempo para demostrar que se encuentra un escalón por encima de alguno de los rivales que en el comienzo de esta Copa lo habían complicado.

Lo extraño es que la Argentina fue el mismo y distinto a la vez que en los anteriores encuentros. El mismo porque la intención fue el balón y el control del partido. Distinto porque encontró la efectividad que no había tenido, porque de a ratos optó por un juego directo, porque abrió a Paraguay de pelota parada, porque Pastore fue más profundo que en toda la Copa, porque apareció Di María...

Sólo faltó el gol del mejor jugador del mundo, es cierto. Pero Messi, por ejemplo, tiene una cuota parte en el grito de Pastore. Tomá, Flaco, hacelo vos, pareció decirle cuando el partido no estaba decidido. Había sido la cuarta llegada y el segundo tanto argentino.

Una mala salida de Otamendi reflotó algunas dudas que la Selección había tenido en su debut. Lucas Barrios, que había entrado por Santa Cruz, se encontró sólo en el espacio que dejaron los centrales y no perdonó a Romero ni a su invicto de 313 minutos.