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La lucha de las mujeres y los pueblos indígenas, ejes de la primera jornada

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La segunda mesa, referida a la problemática de género y política, abrió con una reflexión de la moderadora, la escritora y activista Marta Dillon. Ampliar
Referentes argentinos y latinoamericanos reflexionaron sobre la historia de desigualdades y reivindicaciones de esos actores históricamente relegados.
El Foro Nacional y Latinoamericano Nueva Independencia constituye un espacio de debate abierto con el objetivo de reflexionar acerca de los procesos de emancipacion en América Latina, cuando se cumplen los Bicentenarios de las luchas de independencia en el continente, con vistas a una integración que corresponda en la perspectiva histórica y cultural, a los que actualmente se desarrolla en sus sociedades, desde los cuales aquéllos son abordados.
 
De esta manera, se efectúa un doble movimiento entre la historia de largo plazo, iniciada con los movimientos revolucionarios del siglo XIX, y la actual, que en la última década recorta un movimiento de recuperación de sus valores por parte de gobiernos progresistas y latinoamericanistas que han impulsado políticas de recuperación de la soberanía política, económica y cultural, en el marco de programas de inclusión e igualdad, para cuya afirmación resultan indispensables los intercambios enriquecedores en la diversidad como el que se desarrolla en Tucumán hasta el 8 de julio, un día antes de celebrarse un nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia de 1816.
 
Luego de un gran encuentro que contó con la presencia de destacados intelectuales europeos y latinoamericanos de prestigio mundial, la primera jornada del Foro, cuya organización tiene a la cabeza al filósofo y Secretario de Coordinación estratégica para el Pensamiento Nacional,Ricardo Forster, dio inicio en el eatro San Martín de esta capital con mesas paneles dedicadas a los pueblos indígenas y a las mujeres, dos sectores que desempeñaron roles clave en las luchas empancipatorias, y que fueron sistemáticamente invisibilizados por los discursos dominantes, presentándose  hoy como actores centrales del actual devenir político en el subcontinente, a partir de una trayectoria de represiones, discriminación, confrontación y reivindicaciones.
 
Luego de la apertura, que contó con la presencia del vicegobernador de Tucumàn, Juan Luis Manzur, del Presidente de Radio y Televisión Argentina Tristán Bauer y de Forster, quien destacó la condición viva de la historia y advirtió sobre las estrategias de las corrientes conservadoras para borrar la memoria, se desarrollaron las extensas exposiciones de ambas temáticas, bajo los títulos  “De Tupac Katari a Evo Morales: Los pueblos originarios y las luchas de emancipación en América Latina” y “Con mujeres tendrá que pelear: Género, política y movimientos sociales”.
 
El primer bloque reunió a importantes referentes indígenas y pensadores de la cuestión, quienes reseñaron sus procesos de resistencia interrumpidos tanto como sus aportes en las luchas de independencia, señalaron las formas de sometimiento a partir del no reconocimiento a la diversidad cultural, por ejemplo en el caso de las lenguas originarias, y convocaron a los estados y particularmente al sector judicial a ampliar sus perspectivas de abordaje para permitir la efectiva aplicación de las conquistas legales por medio de las cuales los estados han reconocido los derechos de sus comunidades.
 
Bolivia tuvo en particular una fuerte presencia en ambas mesas, destacándose la experiencia de conformación del estado plurinacional y sus derivaciones en todos los ámbitos, así como el reclamo histórico en el marco de la pugna con Chile por el acceso al mar.
 
El escritor Qom Juan Chico resaltó la importancia de los primeros movimientos revolucionarios indígenas por la emancipación americana, mientras que en el presente destacó la importancia de la participación de los pueblos indígenas en los procesos de transformaciòn social de los últimos años.
 
Daniel Huircapán, cacique de su comunidad Günün a Küna de Chubut, destacó la participación de los pueblos indígenas en la Primera Junta de 1810, y realizó un amplio recorrido por la historia argentina en la que estuvieron presentes, manteniendo la resistencia en cada una de sus luchas. Como el resto de los participantes de la mesa, destaco los derechos adquiridos durante el último período luego de la implosión del neoliberalismo en el país.
 
Eduardo Nieva, cacique de la Comunidad de Amaicha del Valle del pueblo diaguita resaltó la importancia de las nuevas legislaciones en la región, reivindicó toda una tradición de conquistas legales, ejemplificando con el caso de Tucumán, al tiempo que reclamó por la plena aplicabilidad de tales derechos, denunciando la interpretación clásica y conservadora de los estamentos jurídicos, que debiera cambiarse por un respeto a la diversidad cultural, para lo cual propuso el concepto de plurijurisprudencia.
 
El etnohistoriador brasilero José Ribamar Bessa Freire realizó observaciones respecto a la importancia de las lenguas en el control social y económico de las sociedades, señaló con ejemplos concretos la situación de desigualdad y marginación de los hablantes de lenguas nativas en los ámbitos educativos y políticos en el continente en base a una perspectiva eurocentrista y racial, al tiempo que destacó la necesidad de profundizar los procesos de inclusión en dicho campo, hoy ya en marcha.
 
Por último, el Viceministro de Educación Superior de Formación Profesional del Estado Plurinacional de Bolivia, Jiovanny Samanamud Ávila, se refirió en concreto al caso boliviano señalando cuatro rupturas que permitieron la consolidación de esa forma novedosa de gobierno y genuninamente representativa que se desenvuelve en su país. Designó como conceptos centrales la Pluralidad, la Descolonización, el concepto del Vivir bien y la incorporación de la dimensión de Lo espiritual, para enfrentar el materialismo voraz de las sociedades occidentales.
 
La segunda mesa, referida a la problemática de género y política, abrió con una reflexión de la moderadora, la escritora y activista Marta Dillon, acerca de la invisibilización de las mujeres que participaron en las gestas guerreras decimonónicas, a la que conectó con la reciente manifestación contra la violencia de género, hecho que, a la vez que atestigua la persistencia de ese ocultamiento, comienza a marcar un cambio dirigido a darle lugar a su voz y su experiencia, en un discurso emitido por ella misma.
 
Máxima Apaza, senadora nacional en la Cámara legislativa de Bolivia y mujer indígena aymara formada en las organizaciones sociales, fue quien habló en primer lugar, destacando el rol esencial de las mujeres en los procesos de transformación en la Bolivia post-neoliberal. En este sentido, enumeró la serie de cambios y transformaciones que el gobierno de Evo Morales produjo en diferentes áreas de la vida política y social, con especial énfasis en la igualación de derechos de las mujeres y los sectores subalternos: el respeto por la diversidad y las perspectivas de género, la incorporación de los indígenas a la administración del poder, la ley antidiscrimación, la conformación igualitaria de la asamblea legislativa, la igualdad en el ámbito de trabbajo y la fijación de los derechos laborales, el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductuvos, las leyes contra la trata y el tráfico de personas y la protección de los derechos de niños y adolescentes, entre otros.
 
La dirigente social jujeña Milagro Sala relató por su parte su experiencia como constructora de una organización social en los años ´90, la Tupac Amaru, que funcionó como factor de contención de sectores abandonados por el Estado, a partir de la destrucción de las estructuras familiares y sociales que conllevó la aplicación de las políticas económicas del capitalismo salvaje. En ese proceso, reveló la importancia del rol de las mujeres en la comunidad, como verdaderos pilares en la lucha por la resistencia y la búsqueda de mejoras de vida: “Éramos las mujeres las que teníamos las bombas de estruendo. Y se las pasábamos a los muchachos. Fue así como aceptamos el desafío de ser petisitas, morochitas y flaquitas y nos enfrentamos a la represión”.
 
Desde los inicios, cuando debían cortar calles en protesta por el vaciamiento sistemático, pasando por los primeros pasos de la organización, hasta el advenimiento del gobierno deNéstor KIrchner y el inicio de un trabajo conjunto que permitió consolidar el proyecto con la construcción de viviendas, centros de salud, escuelas para la formación de sus integrantes, Sala repasó una trayectoria de lucha signada por obstáculos de toda clase, por la discriminación, la corrupción y la violencia, rescatando el modo en que hoy la mujer ocupa lugares centrales en la arquitectura social, aún sufriendo esa misma clase de ataques, con el ejemplo de la presidenta Cristina Kirchner caso paradigmático.
 
Hebe de Bonafini, fundadora y titular de Madres de Plaza de Mayo, era sin duda la figura más indicada para cerrar un ciclo dedicado a la lucha de las mujeres, una lucha que se vuelve doblemente significativa por la historia del continente y por el lugar desfavorable otorgado a ellas en sus estructuras sociales. Hebe comenzó agradeciendo a los organizadores y recordó la dura época cuando, hace ya 38 años, las Madres de Plaza de Mayo comenzaron a reunirse los jueves para recordar a sus hijos e hijas desaparecidos en manos de la última dictadura militar, desafiando la violencia del estado terrorista. “Cuando las Madres nos comenzamos a reunir, nos dimos cuenta de que solas nunca llegaríamos a nada. Debíamos conformar un colectivo. Comenzamos a discutir para poder socializar la maternidad. Ser madres de todos, de los 30.000.”
 
Luego detalló la cantidad de mujeres en situaciones similares a la suya con las que entró en contacto en América y Europa, en su peregrinaje por obtener apoyo y reconocimiento, y para las cuales se convirtió en una verdadera autoridad, representada en el pañuelo que aquellas adoptaron como símbolo de lucha.
 
Bonafini no se ahorró referencias a la situación política actual nacional e internacional, y se mostró satisfecha con el resultado del referendum griego que le dijo "No" al ajuste del FMI y la Comunidad europea, al que comparó con la lucha argentina contra los fondos buitres. Destacó el compromiso de la juventud con la política en nuestro país, atribuyéndolo a la obra de Néstor y Cristina, impensable y única en el mundo según ella, y a la que no temió calificar repetidas veces de revolucionaria. También se refirió al precandidato Daniel Scioli y dijo que si bien "no le gusta para nada", acatará la decisión de la Presidenta, que el gobernador deberá honrar con sus acciones. Ante una sala colmada y entusiasta, Hebe convocó a sostener la lucha contra los nuevos ataques del capitalismo, en una pelea que debe darse día a día y en todos los ámbitos: “Los pueblos necesitamos calles y plazas para la lucha”, concluyó, aclarando que sin lucha no puede haber revolución posible.