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Las encuestas que obligaron a Macri a cambiar su discurso

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Foto: Telam. Ampliar
Sorprendió el PRO con su estrategia "neo populista" pero tiene una explicación a la luz de los trabajos de campo.

Mauricio Macri sorprendió a sus propios seguidores el último domingo con un discurso en el que reivindicó varias de las banderas del kirchnerismo, como las Asignación Universal por Hijo y Aerolíneas Argentinas e YPF estatales.

Si bien el giro del macrismo pareció tener mal timing luego de la ajustada victoria en la Ciudad sobre Martín Lousteau, las últimas encuestas ofrecen una explicación para un discurso que dejó descolocado a los propios seguidores del PRO.

Se trata de los números que las consultoras dan sobre si la sociedad busca un “cambio” con respecto a las políticas del kirchnerismo o si la mayoría prefiere una “continuidad”. El propio Macri utilizaba el argumento de que el 60% de los argentinos buscaba el “cambio” que el PRO ofrece y hasta llevó a ponerle nombre al frente que creó junto a la UCR y a la Coalición Cívica.

Sin embargo, el último trabajo de Aragón y Asociados, realizado durante la semana previa al ballotage, mostró la señales más claras de que esos números se pueden haber invertido en los últimos dos meses: para la encuestadora, el 38,8% de los argentinos quieren que el próximo gobierno “cambie unas pocas cosas y mantenga la mayoría”, frente al 25,5% que prefiere que “cambie la mayoría de las cosas y mantenga algunas pocas”.

Son las dos categorías que en su momento tenía como representantes más importantes a Daniel Scioli (continuidad con cambio) y a Sergio Massa (cambio con continuidad), respectivamente. En cambio, Macri era el candidato del “cambio puro”, opción que Aragón midió ahora en 19,4 y Florencio Randazzo representaba el kirchnerismo puro (continuidad pura), a la que la encuesta le da el 14,6%.

Pero ante la salida de Randazzo del panorama, y la caída en las encuestas de Massa, Scioli terminó absorbiendo a aquellos votantes que buscan el “cambio puro”, el núcleo kirchnerista.

El PRO, que se caracteriza por guiar sus estrategias de campaña por el resultado de focus groups y encuestas, habría detectado este giro en la opinión pública y decidido reajustar el mensaje que le enviaba a la sociedad: si Macri gana, no habrá cambios drásticos sobre las principales políticas del kirchnerismo.

 

De hecho, Aragón explica en su último trabajo que, de abril a hoy, creció la percepción de que Scioli sería el candidato que introduciría los cambios de manera más gradual, mientras que Macri cayó del 25,8% a 22,3% en la misma pregunta.

Pero el macrismo puede haber encendido otra señal de alarma por la imagen de la gestión kirchnerista, que viene en crecimiento en los últimos meses, como refleja una encuesta de junio y julio de Giacobbe.

Ante la pregunta “¿Cuál es su posición frente a las próximas elecciones presidenciales?”, el trabajo mostró que de marzo a julio, el porcentaje que quiere que el kirchnerismo pierda bajó de 54% a 42,8%, mientras que pasó del 23,5% al 30,5% el porcentaje que quiere que gane.

Al mismo tiempo, mejoró el puntaje promedio que los encuestados le dan a la gestión kirchnerista (en cuatro meses pasó de 4,72 a 5,47) y cayó 15% la percepción de que el ciclo político del kirchernismo esté agotado.

Con la imagen de Cristina Kirchner creciendo a medida que se acerca el final de su mandato y su decisión de apoyar directamente a Scioli, la decisión de no chocar directamente contra las medidas más populares del gobierno resulta razonable.

Además, como publicó Página/12 hoy, más del 70% de los argentinos cree que el Estado debe tener un papel muy importante en el manejo de la economía, una idea que claramente se asocia más con el FPV que con el PRO.

A pesar de lo que muchos consideraron una decisión desesperada de Macri, lo cierto es que las encuestas aún lo muestran con posibilidades y el FPV todavía está lejos de tener la elección asegurada.

Según el último trabajo de Aragón, para las PASO, la fórmula Scioli-Zannini tiene el 31,3% de intención de voto, frente al 26,5% de Macri-Michetti. Massa llega al 14 por ciento, De la Sota queda cuarto con el 5,4%, seguido por Stolbizer con el 3,7% y Altamira, del FIT, con el 2,5%.

Recién después aparecen los aliados del PRO, Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, con el 2% y Ernesto Sanz, por la UCR con el 1,9%.

 El panorama, en cambio, se ve alentador para Scioli para la primera vuelta: la misma encuesta lo muestra primero en este escenario, con el 38,9%, frente al 30,1% de Cambiemos. Con esas cifras, si el FPV sumara apenas 1,2 puntos más -hay 6,9% de indecisos-, podría quedarse con la presidencia, evitando el ballotage, por la regla del 40% y 10 por ciento de diferencia con el segundo.