La Policía Federal, que intervino en el hecho ocurrido en la cuadra
donde vive el periodista Jorge Lanata -quien salió a denunciar un
"ataque" contra su persona-, comunicó que, según la declaración de
testigos y las pericias, se trató de "indigentes" que "arrojaron piedras
a la garita de seguridad"; y que los casquillos de bala se encontraron
"al costado de un contenedor" de basura a 30 metros del lugar, no tienen
relación con el hecho.
La denuncia por los incidentes que se desarrollaron este lunes por la tarde y
que tuvieron como resultado final el daño de una garita de seguridad del
edificio en donde vive Lanata, ubicado en Avenida del Libertador al 300
en el barrio de Retiro, se realizó en la Comisaría 15 por una mujer
de 60 años que se desempeña como administradora del consorcio del
edificio en donde vive Lanata.
Según consigna el parte policial, la mujer se enteró del hecho porque el
personal de seguridad privada le informó sobre lo sucedido, es decir,
que ayer a las 16 "indigentes arrojaron piedras a la garita que posee
instalada en la vía pública, dañando uno de los paneles frontales del
vidrio blindado".
Los dos empleados de dicha empresa presenciaron el hecho y uno de ellos,
que prestó testimonio, afirmó que ayer a la hora señalada vio a un
hombre cruzar la avenida "con una botella de fernet en la mano" y
"arrojar dos piedras contra el vidrio, dañando los cristales de la
garita para luego dirigirse a la zona de Retiro".
El testigo, que trabaja allí entre las 15 y las 22 -de acuerdo a lo
consignado por el parte policial-, afirmó no haber escuchado
"detonaciones de arma de fuego durante el hecho ni durante el horario
laboral".
En efecto, según el parte, el empleado de un restaurante ubicado a 30
metros de la entrada del edificio en donde vive Lanata, sacaba la basura
cuando encontró un casquillo de bala "al costado de un contenedor" y
luego buscó más; encontró cuatro y entregó dos, uno "al personal de
seguridad del edificio", y otro "al chofer del periodista".
Sin embargo, todos esos casquillos posteriormente fueron secuestrados
por la Policía y se determinó que estos "nada tienen que ver con el daño
mencionado en la garita" -es decir, los impactos de las piedras tiradas por indigentes, uno de ellos, con una botella de fernet en la
mano-.