El papa Francisco concedió hoy a los sacerdotes que absuelvan "el pecado de aborto a quienes lo han practicado y que estén arrepentidos de corazón", durante el Jubileo de la Misericordia que comienza el próximo 8 de diciembre y se celebrara hasta el 20 de noviembre de 2016.
Así se
lee en una carta enviada al presidente del Pontificio Consejo para la promoción
de la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, y encargado de organizar el Año
Santo extraordinario convocado por el pontífice y publicada hoy por la oficina
de prensa del Vaticano.
Según la
doctrina católica, el aborto es un pecado grave que comporta excomunión y un sacerdote sólo lo puede absolver por orden de un obispo
o del pontífice.
“El perdón de
Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido", con esta premisa
Francisco explica la decisión de conceder a los sacerdotes que absuelvan
pecados considerados graves por la Iglesia
católica.
"También
por este motivo he decidido conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar,
no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado
del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello
perdón", reconoce el papa.
Francisco afirma que "uno de los
graves problemas de nuestro tiempo es, ciertamente, la modificación de la
relación con la vida" y que "algunos viven el drama del aborto con
una consciencia superficial, casi sin darse cuenta del gravísimo mal que
comporta un acto de ese tipo".
Pero muchos otros, en cambio, agrega el papa, "incluso viviendo ese
momento como una derrota, consideran no tener otro camino por donde ir".
"Pienso,
de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido al aborto. Conozco
bien los condicionamientos que las condujeron a esa decisión", escribe Francisco.
La carta continúa: "Sé que es
un drama existencial y moral. He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su
corazón una cicatriz por esa elección
sufrida y dolorosa. Lo sucedido es profundamente injusto; sin embargo, sólo el
hecho de comprenderlo en su verdad puede consentir no perder la
esperanza".
Francisco indica entonces a los
sacerdotes que "se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar
palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado
cometido, e indicar un itinerario de conversión".
En la bula (documento) en el que el papa convocaba el Jubileo ya se incluía que
una de las novedades serían los llamados "Misioneros de la
Misericordia", sacerdotes enviados por Francisco para predicar y confesar
también los llamados "pecados reservados a la sede apostólica", entre
ellos el aborto.
Con esta carta, Francisco explica con
todo detalle y da instrucciones sobre cómo obtener la indulgencia plenaria
durante este Año Santo dedicado a la Misericordia.
"Para vivir y obtener la indulgencia los fieles están llamados a realizar
una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral o en
las iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las cuatro basílicas
papales en Roma, como signo del deseo profundo de auténtica conversión",
agrega el papa.
Y añade que se "se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se
abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se
identifican como Jubilares". (Infobae.com)