El presidente del Correo Argentino, Juan Claudio Tristán, salió a desmentir la denuncia de la oposición acerca de que empleados de la empresa estatal cambiaron los telegramas del escrutinio de la elección tucumana para favorecer al candidato kirchnerista. “Es imposible que el Correo manipule los resultados”, aseguró. En diálogo con Página/12, agregó que todo el proceso quedó filmado y acusó al candidato a gobernador radical, José Cano, de “mentir a sabiendas para generar confusión y un clima adverso”.
–¿Qué opina acerca de la denuncia de
fraude que asegura que empleados del Correo que militan en el FpV modificaron
los certificados electorales?
–No es cierto; el personal que realiza
la logística en las elecciones de Tucumán es el mismo que hizo las elecciones
de las PASO nacionales hace un mes, y el mismo de toda la vida. Los procesos
del Correo están afaitados y tienen todo tipo de controles, por lo que es
imposible que ocurra algún tipo de maniobra como la que ha denunciado la
oposición.
–Cano señaló que se duplicaron
planillas, cambiando los datos escritos por los presidentes de mesa.
–Hay un medio local, Contexto Tucumano,
que tomando su denuncia sostuvo que el Correo hizo Photoshop a un telegrama de
escrutinio para eliminar los votos de Cano. Publicaron un telegrama de
escrutinio en el que Cano no tiene votos, y el acta de un fiscal en la que Cano
sí tiene votos; lo que no publicaron fue el telegrama dos veces, con y sin
Photoshop. Yo pedí a nuestra gente que fuera a la secretaría electoral, que es
la que tiene en su poder los originales de los telegramas, y verificara si el
original del telegrama tenía votos para Cano. El presidente de mesa no los
había puesto en el telegrama, en ese ítem puso cero. Es decir, que fue un error
del presidente de mesa, absolutamente ajeno al Correo, porque nosotros no
podemos hacer otra cosa que cargar lo que el presidente de mesa haya
consignado, datos que escribe frente a los fiscales de todos los partidos. El
responsable del servicio electoral en Tucumán me contaba que cuando fue a votar
había 21 fiscales en su mesa, con lo cual es absolutamente imposible que pueda
haber maniobras con semejante nivel de control.
–La acusación es que el fraude se habría
hecho no en las mesas de votación, donde están los fiscales, sino después,
confeccionando telegramas truchos.
–El único telegrama que Cano mostró con
irregularidades es el que acabo de mencionar.
–¿Qué pasos siguió el Correo en el envío
de los telegramas?
–El presidente de mesa escribe el
telegrama delante de los fiscales y lo coloca en un sobre cerrado e inviolable,
si pretendés abrirlo se rompe. Este sobre viaja hasta un centro de transmisión
de datos del Correo y, bajo una cámara, porque todo el proceso está filmado, se
verifica que el sobre esté cerrado y que no tenga ningún tipo de violación ni
rotura. Sin dejar de filmar, se abre el sobre debajo de la cámara y el
telegrama es escaneado. Esta imagen digitalizada es transmitida al centro de
ingreso de datos. Esta es la primera parte. Una vez que la imagen del telegrama
es transmitida, hay un proceso de carga de los datos del telegrama. Nosotros
hacemos un proceso de doble carga, para asegurarnos de que ningún data entry
pueda cometer un error.
–¿Cómo sería?
–Lo primero que verifica el sistema es
que la cantidad de votantes en la mesa sea igual o inferior a la cantidad de
electores del padrón. La segunda medida es que la cantidad de votos emitidos sea
igual o inferior a la cantidad de votantes. Cumplidos estos pasos, el telegrama
es cargado. Nosotros tuvimos un sistema con muchos data entries. Uno cargó el
telegrama; luego el telegrama fue de manera aleatoria a un segundo data entry,
que volvió a hacer la carga. Sólo si los datos cargados por el primero eran
coincidentes con los cargados por el segundo el telegrama se daba por
escrutado. En caso de diferencias entre el primero y el segundo, lo que suele
suceder, porque los telegramas son manuscritos y alguien puede ver un 6 donde
otro ve un 8, o un 1 donde otro ve un 7, en ese caso el telegrama pasa a una
mesa de incidencias, donde una persona más calificada lo verifica y decide qué
dato se carga. Es decir que hay una cantidad enorme de controles y de pasos. De
ninguna manera hubo manipulación de telegramas. Si llega a haber una
presentación ante la Justicia, que hasta ahora no nos consta que la haya
habido, nos vamos a presentar y vamos a dar todos los elementos de prueba
correspondientes.
–¿Es posible que haya existido algún
tipo de maniobra con los telegramas sin que las autoridades del Correo se
enteraran?
–No, es imposible. Las inconsistencias
que pudiera haber en los telegramas tienen que ver con algún error u omisión de
las autoridades de mesa, que es algo que siempre pasa. Pero el ciento por
ciento de los telegramas que el Correo escrutó coinciden exactamente con lo que
fue escrito por los presidentes de mesa.
–¿Qué cantidad de telegramas quedó fuera
del recuento?
–Un 19 por ciento.
–¿Es un porcentaje alto en relación con
otras elecciones?
–Sí, es alto. La diferencia con otros
comicios es que en Tucumán hubo muchos cargos, muchas listas y muchos
candidatos.
–¿Por qué estos telegramas quedaron
fuera?
–Porque no se podían leer, o tenían
datos incongruentes, o les faltaba la firma de las autoridades de mesa.
–Otro señalamiento es que las urnas
fueron llevadas a los colegios el sábado y que, al comenzar la jornada
electoral, ya tenían boletas adentro.
–Llevar las urnas los sábados es una
práctica habitual, siempre y cuando la Junta Electoral lo autorice. Las urnas
estuvieron en los colegios desde el sábado a la tarde, custodiadas por la
Gendarmería. Dentro de cada urna fue el papeleo electoral, es decir el padrón,
el sello de goma, la almohadilla para el sello, las boletas, los sobres, las
actas y certificados de escrutinio. El domingo a la mañana los empleados del
Correo se volvieron a presentar en los colegios, retiraron la urna de los
gendarmes y se las entregaron, abiertas, a las autoridades de mesa. El
presidente de mesa tiene que verificar que recibe todo el material, con los
fiscales adelante. Son ellos los que se ocupan de cerrar la urna y ponerle la
faja de seguridad; jamás un presidente de mesa puede recibir una urna cerrada
con votos adentro.
–Según aseguró Cano, dos empleados del
Correo ya declararon ante un escribano sobre las irregularidades denunciadas.
–No tengo opinión porque no sé de qué se
trata. Hasta ahora han dicho muchas cosas, pero ante la Justicia no han
presentado nada, esperemos a ver qué sucede en este caso. Se han dicho muchas
cosas que eran mentiras sabiendo que lo eran, por ejemplo, el domingo a la
noche Cano salió a pedir que se suspendiera el escrutinio provisorio porque la luz
en el Correo estaba cortada, y no era cierto. La luz en el Correo nunca se
cortó, y él lo sabe porque dentro de Correo estaban sus fiscales y su
apoderado. Pero a los efectos de confundir, de generar un clima adverso, dicen
cosas que fehacientemente saben que no son ciertas.