El paso de Delfina Rossi por el directorio del Banco Nación fue tan polémico como breve. A menos de cuatro meses de asumir, la hija del ministro de Defensa le escribió una carta a Cristina Kirchner para informarle que había puesto su dimisión a la entidad bancaria a disposición "en forma indeclinable" para "hacer efectiva" a partir de cuando disponga la Presidente.

"Acepté mi designación con la voluntad de trabajar para que el Banco siga acompañando las políticas de desarrollo con inclusión social del gobierno nacional y popular", explicó sobre su llegada al Banco Nación, y dijo que se va porque no está de acuerdo con la visión económica y de país de Mauricio Macri. Para Rossi, "la labor de Macri como jefe de Gobierno, la dirección de voto de su partido en materia de política económica en el Parlamento, y las opiniones de sus asesores económicos durante la campaña demuestran una concepción de la economía y el desarrollo (...) que no es la que la Argentina necesita".

Pese a las críticas contra el presidente electo, Rossi utilizó su cuenta de Twitter para desearle la "mejor suerte" en su mandato. "Voy a seguir trabajando para defender los logros alcanzados todos estos años", agregó, sin explicar desde que lugar lo hará. La llegada de Rossi al Banco Nación, en agosto de este año, había desatado críticas desde distintos sectores, que hacían hincapié en la escasa experiencia de la joven de 26 años para ocupar un lugar en el directorio de la entidad. Sus antecedentes en el sector financiero eran inexistentes a la hora de ser nombrada directora del Nación.

La hija del ministro de Defensa vivió 13 años en el exterior. En un lapso que regresó al país, entre agosto y noviembre de 2009, trabajó como pasante en la Auditoría General de la Nación, en el Departamento de Deuda Pública. Rossi tenía experiencia además como investigadora, asesora parlamentaria en el Parlamento Europeo -al que también se candidateó-, y fue vocera de la Federación de Jóvenes Europeos Verdes.