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La ciudad sigue sucia

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Decía un slogan municipal anterior “Víva la Ciudad”, habría que agregarle la palabra “sucia” para sintetizar lo que mostraremos a los visitantes en los Festejos del Bicentenario.
"Tanto remar en un océano de basurales, para morir en la orilla, triste realidad ésta de nuestro amado Jardín de la República, un basural en cada esquina y líquidos cloacales que afloran del pavimento con el riesgo latente de que las aguas puras se contaminen con el agua de cloacas.

A días del primer examen, Congreso Eucarístico, que deberemos rendir ante los ojos del mundo, porque seremos visitados por miles de peregrinos de toda la República, las avenidas principales y la entrada por el Mercofrut son un monumento a la dejadez y a la improvisación, la zona del bajo a metros del desembarco de turistas, una lágrima, ahí se mezclan dos popes contaminantes extremos, los líquidos cloacales y los basurales que albergan a roedores y cualquier otra plaga, preguntamos los ambientalistas, cómo harán desde la municipalidad para evitar que los visitantes pasen por El Bajo? Paso obligado para ir al centro a conocer nuestra ciudad, o pondrán guías de turismo que eviten mostrar la realidad. Luego del Congreso vendrá a Fiesta máxima de nuestra argentinidad, nuestra identidad, nuestras raíces, nuestra proclamación como pueblo libre ante los ojos del mundo, ahí en esos festejos se duplicarán los visitantes, jefes de Estado, políticos, religiosos, miles de personas y cámaras de televisión, no todos los días se cumplen 200 años de la Independencia, por favor!!! Se comprende eso? Los políticos comprenden eso? O se cree que sólo con un monumento, criticado por todo el mundo, por su ubicación y arquitectura debe soportar la historia de héroes de la Patria de aquella época que eligieron a Tucumán para gritar “somos libres y soberanos”.

Los ambientalistas nos ponemos al frente de estos reclamos y si desean ponernos aún más en la vereda del frente por pedir una ciudad limpia y que los funcionarios se pongan a la altura de lo que nos toca vivir, bien estamos en el reclamo popular, queremos un Tucumán limpio, sin basurales y sin cloacas rebalsadas, si eso es mucho pedir, entonces que el último que salga y se terminen los festejos, que apague la luz, ya que vendrán miles de Patronellis y miles de Laras Bernasconi que en un solo twist criticarán y en buena ley a todos los tucumanos. Al que le quede el saco, que se lo ponga". Por Pedro Martínez y Víctor Hugo Guardia, Casacas Verdes de Conciencia Ambiental Tucumán