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“Para el psicoanálisis el ideal de la salud es una estafa”

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Expresó Gustavo Dessal, analista de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis del Campo Freudiano (ELP de España), quien disertará este viernes y sábado en las X Jornadas de la Asociación Freudiana de Psicoanálisis.
El evento está organizado por la Asociación Freudiana de Psicoanálisis (AFP). Cuenta con los auspicios del Ente del Bicentenario, de la Facultad de Psicología (UNT), el Ente Cultural Tucumán, el Ministerio de Educación de Tucumán, el Centro de Investigación y Docencia- Tucumán (IOM), la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán y el SIPROSA, entre otros, las Jornadas están destinadas a estudiantes de Medicina, Psicología, Filosofía, Letras e Historia y a todo interesado en estas temáticas.

El encuentro se realizará en un hotel ubicado en Avenida Soldati 330. Las actividades comenzarán a partir de las 19.

La relación entre la ciencia y el psicoanálisis es una de las discusiones fundacionales en esta disciplina. Al respecto, Dessal, a través de una entrevista vía mail, aseguró que “Freud se mostró siempre muy preocupado por este tema, ya que tenía, por un lado una formación científica, y por el otro, intentaba demostrar que su teoría y método tenían la validez de una ciencia. Necesitaba el paraguas de la ciencia para proteger su descubrimiento, que muy pronto comenzó a recibir críticas y ataques feroces. En el fondo Freud sabía que el psicoanálisis no podía aspirar a la categoría de una ciencia positiva, pero hizo todo lo que estaba a su alcance para mantener ese ideal como meta”.

En este sentido, comentó que “con Jaques Lacan nos encontramos ante una situación distinta. En su época, el psicoanálisis gozaba ya de una reputación respetable, y no era necesario asimilarlo a una disciplina científica para lograr su reconocimiento. No obstante, Lacan mantuvo una interlocución permanente con el discurso científico, porque le preocupaba otra cosa: el hecho de que la teoría y la praxis analítica podían derivar en cualquier cosa, y que era preciso encontrar modos de asegurar su rigor. Apostar por el algoritmo de Saussure, transformarlo, y llegar a la fórmula de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, fue un paso decisivo. Se trataba de postular para el inconsciente una base firme, y la lingüística se la proporcionó  en un primer momento”.

Según Dessal, “Lacan comprendió que lo fundamental no era la cientificidad del análisis, sino la relación que el invento freudiano tenía con la ciencia. De allí que concluyera que el psicoanálisis era el corolario del discurso científico, puesto que recoge el efecto de exclusión que la ciencia genera en su constitución y en su praxis: la subjetividad. Por lo tanto, la pregunta por el valor científico del psicoanálisis se responde de forma negativa: no es una ciencia, sino que ‘da la verdad de la ciencia’, entendiendo por esa verdad el hecho de que el psicoanálisis toma a su cargo ese sujeto que la ciencia necesita ‘olvidar’ para poder constituirse”.

Las personas de la actualidad, ¿son igualmente analizables que los de las épocas freudianas?

No sé cuán analizables serían los sujetos en la época de Freud. No poseo datos al respecto. Supongo que no es el grado de “analizabilidad” lo que ha cambiado, sino el modo en que se presentan los síntomas, la modalidad de la transferencia, lo que el discurso contemporáneo propaga como sujeto supuesto de saber, incluso la relación al saber inconsciente. Probablemente el método freudiano ortodoxo (que no es el que practicaba el propio Freud, que en verdad era mucho menos ortodoxo de lo que podemos imaginar, a juzgar por los testimonios escritos de sus pacientes) no sea fácilmente aplicable hoy en día. Lacan introdujo una renovación en la práctica analítica, que entre otras cosas ha tenido la ventaja de darnos instrumentos para abordar las particularidades de la época actual. Esa frase famosa de su seminario XX, donde dice “el ser que habla goza y no quiere saber nada”, es la síntesis de una larga investigación que le hace concluir, a diferencia de Freud, que no hay una “Wissenstrieb”, una pulsión o deseo de saber. En definitiva, la dificultad ahora es que los sujetos encuentran múltiples maneras de soslayar su castración mediante el recurso a variadas ofertas de goce. Pero eso no siempre funciona, y finalmente se impone la angustia, o el síntoma, o la inhibición.

¿Hay algún ideal de salud que oriente la cura analítica?

La propia idea de salud está definitivamente cuestionada por el psicoanálisis. Lacan definió el lenguaje como una enfermedad, al significante como un parásito, habló de la debilidad mental del hombre en un sentido estructural, y acabó por afirmar que todo el mundo es delirante. Para el psicoanálisis el ideal de la salud es una estafa. De allí que la cura analítica tenga su mayor apoyo en lo incurable del sujeto, y no en los ideales a los que las psicoterapias lo alienan.

¿Tiene el psicoanálisis algo novedoso que decir frente al sujeto actual?

El psicoanálisis tiene mucho para decir. Es más: sin el psicoanálisis, todo discurso sobre el sujeto contemporáneo corre el peligro de convertirse en una ideología más. Los grandes pensadores actuales saben que conceptos como los de inconsciente, goce, forclusión, objeto a, son imprescindibles para pensar el mundo contemporáneo. Ninguna sociología, ni filosofía ni antropología puede omitir esos conceptos. El capitalismo es incomprensible si solo se contempla como un sistema económico. Concebirlo como un discurso, un discurso que se mantiene gracias a la facultad de conectar con los resortes del sujeto del inconsciente, es algo que debemos al psicoanálisis, en especial al psicoanálisis orientado por la enseñanza de Jaques Lacan.

Sin el psicoanálisis resulta imposible dar cuenta del modo que adopta ahora el malestar en la cultura. Los hikikomoris en Japón, los niños trans-gender, los nuevos fenómenos de la soledad, el autismo generalizado, la incapacidad de muchos sujetos para vivir en el mundo off-line, son algunos de los innumerables ejemplos sobre los que el psicoanálisis posee una teoría muy potente, y un abordaje clínico que jamás adoptará la vía reaccionaria de la normativización.

Durante las jornadas, se presentarán 14 trabajos de integrantes de la AFP más uno del Centro de Investigación y Docencia- Tucumán del Instituto Oscar Masotta, y uno del Grupo de Psicoanálisis de Santiago del Estero.  Además, Eduardo Núñez Campero expondrá sobre la temática: Las Batallas del Psicoanálisis.

Sebastián Ganzburg