Por estos hechos se había detenido a cinco personas. Tres de ellos son menores por lo que quedaron a cargo de los jueces de Menores y posteriormente entregados al cuidado de sus padres. En los próximos días se definirá qué medidas tutelares se les impondrá.
Los adultos ya prestaron declaración ante Navarro Dávila, quien a raíz de las pruebas obtenidas decidió solicitar la detención de los sospechosos. El juez Francisco Pisa decidió rechazar este pedido entendiendo que sólo se registraron daños y no logró probarse si los comercios habían sufrido realmente robos.
“Tenemos 14 comercios afectados entre los que habían denuncias de robo, por lo que la caratula no tendría que haber sido solamente por daños materiales sino que era una causa con un concurso de delitos, y en función de eso considero que si las personas involucradas están en libertad pueden entorpecer la investigación”, consideró Navarro Dávila sobre la decisión de Pisa.
Para ordenar la liberación de los sospechosos, el magistrado también tuvo en cuenta una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia del año 2014 en la que recomienda preservar la libertad de los sospechosos durante la investigación de los casos.
Ante esto, Navarro Dávila acusó al juez Pisa de actuar “condicionado” y remarcó que aunque la CSJT tiene atribuciones de Superintendencia no puede “disciplinar” a los magistrados. “Es un condicionante para no hacer lugar a la detención. Un juez tiene que tener total libertad y no se le puede imponer que detenga o no. Es atentar contra la independencia de cada uno de los miembros del poder judicial”, sentenció.