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Las tabacaleras vuelven a aumentar el precio de los cigarrillos

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Massalin Particulares picó en punto con una suba de 5% en promedio. Si bien el sector refleja una caída del 25% en las ventas, la decisión se toma para hacer frente a incremento de dos alícuotas impositivas que pesan en el precio final.

Los fabricantes de cigarrillos decidieron volver a incrementar los precios a pesar de que las ventas siguen en caída. Y como es costumbre, la iniciativa la tomó Massalin Particulares, que acaba de anunciar una suba de 5% en promedio para todas sus marcas.

Si bien entre mayo y el mes pasado, sus ventas cayeron 25% con relación a igual trimestre del año pasado, la companía tomó la determinación de retocar los valores para poder afrontar el reacomodamiento de varias alícuotas de impuestos que pesan en el valor de un atado.

Se trata del componente fijo que tiene el Fondo Especial del Tabaco (FET), y el Impuesto Mínimo de Internos que, según fuentes de la industria los obliga a retocar sus precios a pesar de la crisis que atraviesa la industria desde que el Gobierno incrementó la presión fiscal al sector con el objetivo de recaudar más y distribuir más fondos a las provincias productoras de tabaco.

Mediante un comunicado, Massalin anunció los nuevos precios de sus marcas que rigen desde este lunes como Lucky Strike Box 20 y Click and Roll Box 20 que pasaron a valer $ 45, mientras que el de Lucky Strike Red Flow a $ 41 y el de Lucky Strike Click Flow a $42.

El precio de Viceroy Classic KS será de $ 30 y el formato Box 20 de $ 32. Por su parte Camel Box 20 costará ahora $ 45 en tanto que Dunhill, en su versión Switch Box 20 costará $ 48.

El precio de Pall Mall KS 20 aumentará a $41. De todos modos, se trata de un incremento menor en porcentajes a los que las empresas venían aplicando antes del impuestazo del Gobierno de mayo pasado. Y mucho menores al 50% de suba que aplicaron tras esa decisión oficial, aunque luego retocaron $ 5 para abajo esos mismos precios para evitar el derrumbe de las ventas.

De hecho, el volumen se ubica en torno a los 150 millones de atados consumidos y equivalentes a una baja de 44,3% hasta mayo que las tabacaleras atribuyen precisamente a la suba del 70% al 80% del componente impositivo sobre los precios de los cigarrillos definida por el Ministerio de Hacienda y Finanzas con el argumento de lograr una mayor recaudación fiscal y derivar esos fondos a las provincias productoras de tabaco.

En el mercado advierten que el efecto buscado por las autoridades no se logró y que, por el contrario, la recaudación “se desplomó”. Es decir, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) obtendrá ingreso menores a los $ 30.000 millones recaudados el ano pasado por la venta de cigarrillos. Incluso se asegura que los ingresos del Fondo Especial del Tabaco (FET), que se destina a las provincias ya cayó 25% en tan sólo un mes. Cuando se anunció el nuevo componente fiscal para los cigarrillos, el Gobierno había asegurado que se recaudarían $ 1100 millones más a las regiones productoras.

Mas allá de estas noticias sobre precios, Massalin también se animó a lanzar una nueva marca en este contexto de crisis. Se trata de Rothmans, a $ 28 el formato soft y $ 30 el box. Es decir, competirá en el segmento más econòmico con esta marca que ya está presente en más de 70 países.