La madrugada del 25 de septiembre de 2013, Nancy Ramírez (23) volvía a su casa junto a un grupo de amigos. Caminaban por la avenida Néstor Kirchner al 1.500 cuando un Chevrolet Aveo fuera de control trepó a la vereda y atropelló a los jóvenes. Nancy murió en el acto y el resto de las víctimas sufrieron heridas graves. Ahora, el conductor, Lucas Mariano Jiménez, irá a juicio por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”.

Jiménez es hijo del director de la Escuela de Policía de Tucumán, Enrique Eduardo Jiménez, y además es cadete de esa institución. “Esta persona está como cadete en la Escuela de Policía. No puedo creer que no le hayan pedido sus antecedentes penales, que son gravísimos”, remarcó el abogado Gustavo Carlino, quien representa a Camila Ocaranza, otra de las víctimas. 

Camila tenía 14 años al momento del impacto y ahora padece un grado de incapacidad del 90 por ciento por lo que ya nunca podrá tener una vida normal.

Será la primera causa en Tucumán en que un conductor ebrio que mata a una persona irá a juicio por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”, lo que sienta una importante jurisprudencia.