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“La demora de la Corte profundiza la violencia hacia Belén”

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La abogada, Soledad Deza, defensora de la joven condenada a prisión por un aborto, reclama que la Justicia tucumana debe expedirse a la brevedad y absolver a Belén.
Hoy se cumple el plazo para que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán se expida en la causa contra Belén y resuelva la apelación presentada por su abogada, Soledad Deza, de la asociación Católicas por el Derecho a Decidir. Cabe recordar que Belén había recuperado su libertad a través de una sentencia de la Corte, que puso fin a la prisión preventiva que se había extendido de manera extraordinaria, pero aún resta que resuelva sobre la situación de fondo y decida si da marcha atrás con su condena o no.

“Es un caso paradigmático porque concentró tanto violencia, maltrato y violación de derechos, consolidadas en la actuación de una justicia sin perspectiva de género, llamó la atención de organismos y organizaciones nacional e internacionales, y motivó una movilización en todo el país. El reconocimiento de su inocencia encarna la inocencia de todas las mujeres de nuestro país”, expresó la Dra. Deza.

De no expedirse hoy la Corte tucumana, no existe ningún recurso a la que la defensa pueda apelar. El recurso de pronto despacho se exige ante la autoridad superior (la CSJT) para que obligue a las cámaras de menor jerarquía a resolver sobre un caso determinado. En este caso es la máxima autoridad quien no resuelve.

“La Corte se tiene que expedir sí o sí. No confiamos que lo haga hoy pero tiene que haber una resolución del planteo de fondo. Ojalá que no demore porque el uso del tiempo en este caso profundiza la violencia hacia Belén”, agregó la representante legal de Belén.

Luego del fallo de la CSJT, en caso de confirmarse la condena, para la defensa sólo quedará apelar ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Esperamos que la absuelvan así no nos veamos obligados de ir a Nación”, expresó Deza, asegurando que apelarán el fallo en caso de que se confirme la condena.

El caso

Belén llegó al hospital Avellaneda de Tucumán por un dolor abdominal muy fuerte. Para la defensa, ella no sabía que estaba embarazada y muchos menos que estaba teniendo un “aborto espontáneo incompleto sin complicaciones”. En cambio, para el equipo médico que la atendió no se trató de un caso de aborto espontáneo sino de un parto prematuro.

La Sala III, que condenó a la mujer en abril pasado a 8 años de prisión por "homicidio agravado por el vínculo", se basó en el acta médica y la autopsia que se realizó sobre el feto, que confirmaron que Belén estaba embarazada y tuvo un parto prematuro donde el chiquito falleció.

Para la defensa, las pruebas presentadas por la fiscalía no fueron concluyentes y la defensora oficial que tuvo participación en el juicio no cuestionó ninguna de las pruebas ni los hechos por los cuales se la imputaba. “Lo que ocurrió con ella fue una larga cadena de violaciones de sus derechos por parte del Estado”, aseguran.

Belén salió del hospital hacia una cárcel, en la que estuvo más de dos años con prisión preventiva. Luego fue liberada por una resolución de la CSJT. Aún resta que se decida si el proceso en su contra estuvo viciado de irregularidades y que Belén es inocente, como plantaron un sinfín de organizaciones que se manifestaron a favor de la joven, o si se confirma la sentencia en cuyo caso la defensa apelará ante la Corte nacional.

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