Las primeras precipitaciones comenzaron poco después de las 8, en el oeste de la provincia, y unos minutos después en la capital. En pocos minutos, las principales avenidas de la capital y Yerba Buena quedaron repletas de agua, ocasionando inconvenientes en el tránsito.
Pero lo que más preocupación generó en los vecinos del norte de la capital y de Yerba Buena fue el gran caudal que llevaban los canales Norte y Sur. Ambos ductos quedaron a pocos centímetros de desbordarse alarmando a los miles de familias que habitan en las inmediaciones.