Desde la Cámara que nuclea a los comerciantes tucumanos atribuyen esta caída de la rentabilidad económica principalmente a la crisis generalizada de las industrias metalúrgica, textil y de la construcción. “El ritmo de la ventas está marcado por la situación de los trabajadores de la zafra, de la construcción y de las demás industrias. Cuando tenemos una buena zafra y los obreros de la construcción y los textiles están bien, el comercio anda bien, cuando ellos están mal, el comercio anda mal”, sostuvo Raúl Fioretti, presidente de la Cámara.
Otro factor que generó la caída en las ventas fue la iniciativa Precios Transparentes que impulsó el Gobierno para sincerar los precios de contado con el objetivo de que los mismos disminuyan. Si bien Fioretti consideró que “las intenciones eran buenas”, reconoció que “tuvo un efecto no deseado” que terminó por perjudicar al comercio. “En lugar de bajar el precio de contado subieron los precios en cuotas. Esto se vio principalmente en el sector minorista y en las Pymes”.
Sucede que al tener que exhibir el interés de las cuotas, asegura Fioretti, “los comerciantes optaron por mantener el precio de contado y a ese valor le aplicaron el interés de las tarjetas. Esto provocó por supuesto una caída de las compras”.
No obstante, a fines del 2016 la compra en cuotas ya había sufrido una caída abrupta con respecto al mismo período del año anterior. “La gente ya no tiene margen de crédito pero tampoco para comprar en efectivo, por eso el comercio está sufriendo”, explicó el titular de la Cámara de Comerciantes.
Todo este panorama, sumado al incremento generalizado de las tarifas de los servicios públicos, genera pocas expectativas de cara al segundo trimestre del año. No obstante, desde el sector que representa Fioretti esperan que cambie la situación a menudo que se acerquen las elecciones. La esperanza está puesta en que, al tratarse de un año electoral, aparezca una lluvia de inversiones para obras públicas que traiga consigo el crecimiento de la capacidad de compra.