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El hijo de Aliverti fue condenado a 4 años por atropellar y matar a un ciclista

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El Tribunal Oral Número 6 de San Isidro condenó a cuatro años de prisión a Pablo García, hijo del periodista Eduardo Aliverti, por atropellar y matar en 2013 al vigilador privado Reinaldo Rodas en la autopista Panamericana.
Además, se le prohibió conducir por ocho años, aunque mantendrá su libertad hasta tanta la sentencia quede firme.  

Las querellas, la viuda y los hermanos de la víctima llevaron distintos abogados, habían solicitado 15 años de prisión para García, mientras que la fiscal del Tribunal Oral N° 6 de San Isidro, María Inés Domínguez, pidió cuatro años de prisión.  

Los familiares de Rodas se manifestaron conformes con que García Aliverti haya sido encontrado culpable, pero expresaron su desencanto con que el tribunal decidiera que puede permanecer en libertad hasta tanto la sentencia quede firme.  

No obstante, los abogados querellantes anunciaron que el lunes de la semana próxima recurrirán a la Cámara de Apelaciones para solicitar la detención del condenado. 

Luego de la sentencia a 4 años de prisión y 8 de inhabilitación para conducir contra Pablo García Aliverti por haber atropellado y matado a Reinaldo Rodas, la viuida y el hijo del fallecido se mostraron conformes con la condena, pero reclamaron que "se va a seguir su vida a su casa".

Primero fue el hijo de Rodas quien habló con la prensa y se mostró enojado: "Espero que quede en cana y pague lo que hizo", declaró el joven, y agregó que él y su familia "no estamos tranquilos" con la decisión de los jueces".

"Esperaba que se fuera con esposas y que tuviera huevos para pedir perdón. Nunca aceptó que mató a mi viejo. Que pague lo que hizo", agregó.

Por su parte, la ex concubina de Rodas, Catalina, habló en el mismo tono que su hijo, y lamentó: "Esperaba una sentencia buena y que se fuera a la cárcel hoy. No estoy conforme con el veredicto. Tenemos que seguir luchando para que quede firme".

"No me quedo conforme, voy a seguir luchando para que haya una sentencia firme, porque ahora se va chocho y campante a seguir su vida a su casa", agregó Catalina, al tiempo que aclaró: "Yo ya lo perdoné, pero no voy a bajar los brazos".

Catalina también se refirió a la relación que mantuvo con el acusado estos últimos años, y destacó: "Él me pidió perdón, y le creo. Él dijo que me iba a ayudar, a estar pendiente de nosotros, y me ayudó, estuvo presente".