En otras palabras: tiene la provincia fundida. Inicialmente, se apuesta a la colocación de un bono de 350 millones de dólares para pagar los salarios y también a la firma de un crédito de entre 300 y 900 millones de pesos con el Banco Nación, que deber ser aprobado por el Gobierno Nacional.
En medio del convulsionado clima en la provincia, se agrega también un paro de los empleados estatales de la CTA Autónoma expresando su repudio contra la represión del viernes que dejó tres heridos, después del enfrentamiento de los manifestantes con la policía provincial frente a la residencia de la gobernadora -donde estaban, entre otras, la mandataria y Cristina-.
Tanto la gobernadora como su sobrino Máximo Kirchner negaron que hubiera habido represión, en la actuación de las fuerzas de seguridad, y argumentaron que la policía sólo "evitó" que los manifestantes entraran a la residencia.