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Los empresarios exigen que se bajen los costos de los despidos

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Buscarán impulsar y reducir la litigiosidad. También, que se marquen diferencias entre compañías grandes y pequeñas. Se apuntará a una rebaja de los aportes y a evitar que los beneficios no remunerativos formen parte del cálculo indemnizatorio. Los detalles
Formalmente todavía no empezaron las conversaciones por la reforma laboral, pero los empresarios argentinos ya pusieron manos a la obra como si estuvieran jugando una carrera contrarreloj.

Saben que ahora hay un momento político particularmente favorable para impulsar estos cambios, y es por eso que ya prepararon su agenda de propuestas.


En realidad, no apuntan a cambios drásticos en la legislación -saben que encontrarían una dura resistencia sindical-, sino a la eliminación de situaciones en las que creen que hay un trato discriminatorio contra ellos y que, en definitiva, encarecen el empleo y desestimulan la contratación de personal.

Por caso, apuntan a que si una empresa otorga beneficios no remunerativos (por ejemplo, un celular para uso personal del empleado), la Justicia no los considere como un ítem más en el cálculo de una indemnización por despido.

Según pudo averiguar iProfesional, situaciones de este tipo han hecho que los empresarios, a través de sus asesores legales, hayan preparado su lista de peticiones para negociar con el Gobierno y sindicalistas apenas comiencen las conversaciones formales.

Todos sus requerimientos apuntan en el mismo sentido: que disminuyan los juicios y se sancionen normas que permitan determinar con mayor claridad los costos laborales, incluidos los pasivos contingentes, como puede ser la previsión de una indemnización por despido.

Hasta ahora, los funcionarios han tratado de bajar el tono político de la reforma. Ante los medios de comunicación, suelen hacer hincapié en que todos los cambios se harán por consenso.

Esto, más que nada, responde a una estrategia cuyo eje central es que los líderes sindicales no asocien las modificaciones que se vayan a plantear con una "reforma a la brasileña".

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, ya descartó expresamente la idea de que en la Argentina se vaya a avanzar en planteos como en el país vecino, que han sido criticados por afectar los derechos de los trabajadores y por mermar de modo significativo el poder de negociación de los gremios.

De momento, la preocupación del sindicalismo local es no perder recursos financieros si se llegara a avanzar en una reducción de las cargas patronales, porque entienden que se reducirán los fondos que perciben por obras sociales.

Para enfrentar esa reducción, apuntan a ser compensados con el dinero que el Gobierno les gire como consecuencia del blanqueo de empleados.

Triaca ya mantuvo reuniones con un grupo de integrantes del interbloque de Cambiemos en el Senado, con el fin de informales sobre la propuesta de blanqueo laboral.IPROFESIONAL