Conflicto en el Conicet: “Estamos igual de mal que hace un año atrás”

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Los investigadores y becarios del Conicet llevan adelante un plan de lucha contra el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en reclamo de una propuesta oficial que solucione la situación de los 500 excluidos de la carrera del investigador por el recorte presupuestario.

La situación se desencadenó luego de que el Gobierno propusiera a los científicos excluidos del Conicet que se desempeñen en universidades, pero con ingresos menores y sin la estabilidad que incluye la carrera del investigador, incumpliendo, según entienden los investigadores, el acta acuerdo alcanzada en diciembre de 2016. En ese entonces, el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, se había comprometido a encontrar junto al Ministerio de Educación vías de inserción de los becarios excluidos en universidades u organismos de ciencia y técnica, con las mismas condiciones salariales, estabilidad laboral y la continuidad de las líneas de investigación.

El martes pasado, durante una reunión de la Comisión Mixta que se conformó a fines de 2016, tras la ocupación pacífica del ministerio durante cinco días, desde el PE ofrecieron a los 500 becarios de doctorado y posdoctorado, que habían quedado afuera del Conicet por el achicamiento resuelto por el Gobierno, ingresar a las universidades públicas con un contrato como jefes de trabajos prácticos en calidad de docentes interinos, con dedicación completa y salarios que, en muchos casos, son de hasta 5 mil pesos menos que los estipendios de la carrera de investigación del Conicet, según precisaron.

“Las autoridades nos presentaron un proyecto con muchas incongruencias, les pedimos explicaciones y no nos supieron explicar en qué consistía. Pidieron un cuarto intermedio y se llamaron al silencio. Por eso protestamos, porque no tenemos detalles sobre cómo va a ser la reinserción de los becarios en las universidades públicas, ni que tareas vamos a cumplir”, comentó Isabella Araoz, una de los 13 tucumanos damnificados por el recorte.

En este contexto, y en sintonía con la toma del Polo Científico en Buenos Aires, el colectivo de investigadores realizó un escrache a la sede del Conicet en Tucumán, ubicado en Crisóstomo y Chacabuco. “Aspirábamos al ingreso a carrera. No vamos a abandonar ese reclamo pero propiciando el diálogo nos sentamos a negociar. Y si la propuesta es ingresar como docentes en las universidades, queremos que se nos dé garantías de estabilidad y que trabajemos en iguales condiciones que los becarios del Conicet”, agregó.

El principal reclamo de los damnificados pasa por la inestabilidad laboral de los contratos ofrecidos por las universidades. Los cargos que ocuparán deberán ratificarlo en dos años a través de un concurso. Además, estos puestos de trabajo dependen de que el Gobierno asigne partidas extras al presupuesto universitario. “Si se produce un recorte en el mismo se caen nuestros cargos”, sostienen.

En el caso particular de Tucumán, también reclaman la incorporación de dos investigadores que quedaron fuera de la propuesta del PE. “Somos 13 los damnificados, para los cuales se ofertaron sólo 11 cargos en la UNT. Queremos que se haga extensivo para todos los damnificados”, sentenció.