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Discursos que ya no seducen a la gente

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Foto: Legislatura de Tucumán. Ampliar
Desde Tucumán se celebró los 202 aniversarios de la declaración de la Independencia, con fuertes discursos tanto del Presidente Mauricio Macri y de la vicepresidenta Gabriela Michetti. Ambos pidiendo la gobernabilidad, unidad y viendo otra realidad del contexto social, político y económico del país, casi excusándose de sus decisiones por el rumbo que afecta a la mayoría de los argentinos.

Estos festejos en Tucumán por los 202 aniversarios de la Independencia, tanto protocolares como populares con sus coloridos correspondientes, fueron muy distintos al del año pasado y a los de otros anteriores. Los discursos de las máximas autoridades del país, tanto del presidente Mauricio Macri y de la vicepresidenta Gabriela Michetti, contienen un mensaje que la gente no resiste, que la gente ya no cree en absoluto y se está reflejando.

Michetti sostiene que hay que estar juntos por el bien del país y que la gente sabe de esfuerzos para lograr las mejoras. Sin embargo, hay que decir que principalmente el sector de la política y su dirigencia ya no tiene esa tolerancia de hace un año atrás, al contrario hasta el dirigente del sector que fuese y de menor peso cuestiona y sabe que que los mensajes presidenciales son contradictorio a la realidad que se vive y la gente común y corriente, los trabajadores, los que no están pendientes del mundo político aún más.


La vicepresidente, en esta oportunidad sostuvo convencida “que no se puede reconstruir en dos años y medios un país que sufrió 70 años de fracasos económicos”. Antes, la culpa de todo lo malo fue el gobierno anterior. Ahora, la culpa es de otros gobiernos anteriores. Sin embargo, para Michetti, la gestión de Cambiemos desde el 2015 a la fecha es buena y destacó que la economía crece, al igual que el empleo y la obra pública.


Los últimos datos económicos indican que la economía crecerá 1,2 por ciento y no el 3,6 por ciento como se había proyectado, bajando considerablemente. Incluso algunas consultoras hablan de un estancamiento, es decir cero crecimiento.


Por su parte, el presidente Mauricio Macri, se dirigió al país y destacó que el rumbo será igual. “Debemos tener confianza porque sabemos a dónde vamos y cómo vamos a lograr las metas que nos hemos puesto. Puede variar la navegación, pero el rumbo del barco es el mismo. Reparar los daños de una tormenta no puede ser la razón de ser un Gobierno, queremos una Argentina diferente".


También pidió la colaboración de los gobernadores y de la dirigencia, apuntando al presupuesto del año que viene. En ese presupuesto ya se vaticina que se pedirá un achique o que sea similar al de este año y algunos mandatarios provinciales no estarían dispuestos a ese pedido, al contrario necesitan más fondos justamente porque la inflación proyectada no llegaría al 20 por ciento y se se estima que para fines de diciembre superará el 32 por ciento, con sueldos que no lograron alcanzar el 20 en sus paritarias.


En estos festejos no tan alegres, se observó un pueblo preocupado por lo que vendrá en materia económica y laboral. Algunos turistas que se acercaron a la Casa Histórica hasta comentaron en voz alta que no están conformes con el rumbo del país. Una señora de Córdoba hasta cuestionó la presencia del presidente en estos actos. “Si nos está vendiendo, que se hace el patriota”.  O frases tales como “Esto debería ser una fiesta para el pueblo, no para los que nos dan la espalda”. “No somos libres de nada. el enemigo lo tenemos adentro”. Entre tantos otros comentarios negativos, mientras la comitiva presidencial se retiraba de la Casa Histórica.