La senadora tucumana Beatriz Mirkin fue una de las más fervientes defensoras del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo durante el debate que se celebró ayer en la cámara alta. Y a pesar de que el resultado no fue favorable para quienes consideran la despenalización del aborto como una ampliación de derechos, Mirkin consideró que “se dio un paso hacia el futuro”.

“No se ha perdido nada. Al contrario, se dio un paso hacia adelante en el debate, porque a pesar de las chicanas de algunos de mis pares, se avanzó mucho en el diálogo y el tema se fijó en la agenda parlamentaria”, sostuvo en diálogo con Radio Prensa.

En los pormenores de la sesión de ayer, la senadora peronista explicó que “fue muy doloroso, muy difícil de explicar a mis pares, estas situaciones que viven muchas mujeres y a las que muchos de ellos acusaron de genocidas”.

A su vez, consideró que “todas las creencias son respetables, la mía y la del otro, pero estamos hablando de situaciones durísimas que viven muchas mujeres. Escuche creencias y doctrinas, y vi también reflejada las situaciones que viven muchas mujeres. Esto se trata de darle alternativas a esas mujeres para que no tengan que morir”, sentenció.

Por último, la parlamentaria aclaró que votar a favor del aborto legal “no tiene el objetivo de promover la interrupción del embarazo” sino de poner “en igualdad de condiciones a varones y mujeres”. “No comparto bajo ningún punto de vista que se obligue a una niña o una adolescente a ser madre. Quiero igualdad en el trato entre varones y mujeres y para ello tiene que haber la oportunidad de elegir. Hay mujeres que abortan en al clandestinidad porque el Estado está ausente. Lo mínimo que podemos pedirle es que se haga cargo de su gente”, concluyó.