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La ola feminista volvió a tomar las calles al grito del #NiUnaMenos

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Cientos de organizaciones de mujeres marcharon este jueves en todo el país para reclamar justicia por Lucía Pérez, en contra de la violencia de género y por la aplicación efectiva de políticas que garanticen la igualdad de oportunidades.

La sentencia absolutoria de la Justicia marplatense en el juicio por el femicidio de Lucía Pérez fue un golpe directo al corazón de todas las organizaciones que luchan por poner fin, de una vez y para siempre, a los femicidios, el acoso callejero, el abuso sexual y la desigualdad.

Lucía fue asesinada el 8 de octubre del 2016, a la edad de 16 años, en Mar del Plata. Para la fiscal que investigó el caso, la joven fue drogada, violada y asesinada. Esta semana, el Tribunal Oral Criminal Nº1 de Mar del Plata consideró que la joven no sufrió abuso sexual, sino que tuvo relaciones consensuadas con una persona que le vendía cocaína, y que murió de un paro cardíaco producto de una sobredosis. En rigor, absolvió a los 3 hombres imputados por su crimen.

Su caso es emblemático y tiene una fuerte carga simbólica para todo el movimiento de mujeres. Su muerte provocó la primera reacción contundente en contra de la violencia de género, el machismo y el patriarcado, y motorizó el surgimiento de una ola tranformadora que cada día cobra más fuerza: el Ni Una Menos.

"El fallo es realmente alarmante porque no tiene en cuenta la realidad de lo que le paso a Lucía. Hoy (por ayer) nos movilizamos en todo el país para exigir justicia por ella y por todas las mujeres que murieron víctimas del machismo", disparó Vicky Disatnick, titular de la Casa de la Mujer Norma Nassif, y una de las principales referentes del colectivo de mujeres.

En nuestra provincia, miles de personas se concentraron en plaza Independencia. Allí, además de la consigna que movilizó a todo el país, las organizaciones locales alzaron la voz para exigirle al Gobierno de Juan Manzur que articule medidas concretas contra esta problématica. En este contexto, Disatnick remarcó, como ya lo hizo incontables veces, que "a pesar de que rige desde hace casi dos años una ley de Emergencia en Violencia de Género, no se concretó niguna acción efectiva para frenar la violencia hacia las mujeres".

La falta de acciones que denuncia Disatnick se hace evidente en el análisis de las preocupantes cifras que arroja nuestra provincia: con 16 casos registrados en lo que va del año, Tucumán es el quinto distrito en cantidad de femicidios a nivel nacional, pero el primero si se toma en cuenta la relación número de femicidos por densidad de población.

Las conclusiones son aún más preocupantes si se tiene en cuenta que, a un mes de que caduque la Emergencia, los casos de femicidio no solo no disminuyeron sino que, por el contrario, casi que se duplicaron. El último relevamiento del colectivo de mujeres reveló que de enero a octubre de este año murieron a manos de la violencia machista 6 mujeres más que en todo el 2017.

Cabe recordar que la normativa, sancionada en diciembre del 2016 por la Legislatura tucumana, preveía, entre otras cosas, la construcción de refugios para las mujeres que sufran de violencia doméstica, situación en la que ocurren la mayor cantidad de femicidos. Al día de la fecha, la Provincia no logró inaugurar ni uno sólo de estos espacios. "Al sancionarse la ley, nosotras solicitamos un refugio por departamento, pero en 2 años no se construyó ni uno solo. Se quedaron en una cuestión meramente declamatoria pero no hicieron nada para solucionar esta problemática. Por eso pedimos una prórroga de la ley pero que esta vez trabajen en serio", remarcó la referente feminista.

En este mismo contexto, la aprobación del Presupuesto Nacional para el año venidero no les generó muchas expectativas. Todo lo contrario. Con una reducción del 19,11% en las partidas destinadas al Instituto Nacional de las Mujeres, el organismo estatal que tiene a su cargo la tarea de profundizar y jerarquizar políticas públicas para favorecer la igualdad de oportunidades y luchar contra la discriminación y la violencia de género tendrá una preocupantemente limitada capacidad de acción.

"El año que viene la situación va a empeorar. Necesitamos que se declare una emergencia nacional que nos permita tener respuestas más contundentes. Evidentemente no hay voluntad política de erradicar la violencia machista. Hasta que esto no cambie, hasta que no se acaben los femicidios y la desigualdad, nos van a tener en las calles luchando por nuestros derechos", remató Disatnick.