Hasta ahora, y por diferentes motivos el presidente del Club Atlético Tucumán, Mario Leito, es el dirigente elegido para sumarse como candidato a intendente por la capital tucumana, por el oficialismo provincial Manzur-Jaldo.

 Todavía no se lanzó la candidatura, se está evaluando cuando será el día y sí se realizará algún acto partidario para largarlo en carrera, o simplemente se llamará a una conferencia de prensa en el cual, el elegido, además arrojará un proyecto de gobierno.

Ganar los comicios en la capital, no será tema fácil y muchos menos para Leito que concentró su fuerzas durante varios años en el club de sus amores, alejándose de la contienda política territorial e institucional.

Lo que sí se puede saber, es que de los nombres peronistas, Leito, es el que mejor imagen positiva tiene en la capital. Algunos como el Legislador Fernando Juri, puede que lo supere en imagen, un poco más alta, pero la negativa también es más fuerte. Por eso, reúne posibilidades en ser el candidato por el oficialismo.

Ahora, en el común de la gente futbolera, sería conveniente un candidato tan identificado con el Decano. Podrá romper esa barreras para que el electorado ciruja lo acompañe en las urnas?.

También hay que sumarle qué otros candidatos por otros partidos se presentarán y sobre todo al que lanzará el Senador Nacional, José Alperovich, si es que no tiene pensado bajarse de su candidatura por la gobernación. El tiempo corre volando, y las definiciones se toman su tiempo.

En este contexto de especulaciones Leito también tendrá que definir estrategias para que su imagen suba y suba rápidamente. Como también en decidir si se avocará a la candidatura sin descuidar la administración del Club Atlético Tucumán. Además, para sumar simpatizantes, quizás deba proponer propuestas al electorado Santo o sumar dirigentes o ex dirigentes del club contrincante.

Por ahora, y en estos tiempos, los vientos soplan a favor de Leito como el candidato. Esto no quiere decir que la candidatura la pueda asumir otro dirigente, quizás algunos que siguen midiendo en imagen positiva y en intención de votos.  

Por Diego Tomas