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Felicidad y emoción por el nieto recuperado 130

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Se trata de Javier Matías Darroux Mijalchuk, hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos en diciembre de 1977 y se motró en conferencia de prensa junto con la titular del organismo, Estela de Carlotto.

"El tío Roberto Mijalchuk recibió el llamado tan esperado a ese teléfono fijo que nunca había dado de baja. La CONADI le comunicó que había encontrado a su sobrino. Matías Javier Darroux Mijalchuk conoció su origen y hoy las Abuelas le damos la bienvenida a esta enorme familia", explicó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

"Una buenísima noticia que ha caído en la sociedad con tanta emoción. Han mandado pañuelos con el número 130 y han mandado saludos de todas partes del país y del mundo, y para nosotros es el premio más merecido que tiene nuestro país, porque hay una lucha que da resultados positivos, como es el encuentro de este querido Nieto", agregó Estela.

"Abuelas de Plaza de Mayo comunica una nueva restitución, el número 130, se trata de Javier Matías Darroux Mijalchuk, hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos en diciembre de 1977", sostuvo la titular de Abuelas.

"El está aquí para relatar su búsqueda, que la sociedad conozca su caso, y tal vez así obtener algún dato sobre el destino de sus padres. Las investigaciones realizadas por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad CONADI y más tarde por la unidad fiscal especializada por casos de apropiación de niños, no han podido arribar a ninguna información concluyente", expresó.

"Gracias al trabajo conjunto de Abuelas, la Conadi y el Banco Nacional de Datos Genéticos, Matías pudo encontrarse con su familia, saber su origen biológico, e iniciar así otra búsqueda, la de su hermano o hermana, ya que al momento de la desaparición, Elena, su mamá, estaba embarazada de 2 meses", contó Estela.

"El 5 de agosto de 1977 en el hospital alemán de Capital Federal nació su primer hijo. Lo llamaron Javier Matías. Si bien a Elena el nombre que más le gusta era Matías, le agregó Javier, para que el niño llevara las mismas iniciales que su papá", relató.

¿Cómo desaparecieron? Al momento del secuestro, tanto Elena como Juan Manuel y el pequeño Javier Matías vivían en Caseros. Lo último que la familia supo sobre Juan Manuel fue a través de sus primos Luis Molina y Domingo Carmelo Graciadio.

A principios de diciembre de 1977 se habían encontrado con él en un bodegón de la localidad de Valentín Alsina donde se solían reunir. Luego Juan Manuel le pidió a su primo que lo acercara hasta Paraná y Panamericana, en zona norte del conurbano bonaerense. Domingo lo dejó allí pero como lo notaba preocupado volvió y ahí vio como su primo discutía acaloradamente con 4 hombres que lo subieron a un Chevy Azul metalizado. Fue la última vez que se lo vio.

Elena se enteró de la situación. Juan Manuel no aparecía y ella no sabía dónde buscarlo. Hacia fines de diciembre de 1977 recibió una llamada y después una carta en la que su marido le indicaba que el 26 de diciembre debía encontrarse con unos compañeros de Capital Federal. En la víspera del día de Navidad ella le mostró la carta a sus padres y les pidió que la acercaran con su bebé a ese lugar. Al día siguiente, tal como fue convenido, se llevaron a Elena y al pequeño Javier Matías a la cita, y en la calle Pampa entre Lugones y Figueroa Alcorta, en Núñez, esa fue la última vez que los vieron.

¿Cómo fue el encuentro? Como en todos los casos de personas con dudas sobre su identidad Abuelas dio intervención a la Conadi que ordenó los estudios genéticos en octubre de 2016. El banco informó que el perfil del hombre coincidía con el de la familia Darroux Mijalchuk, pero las causas de la desaparición de sus padres aún continúan indeterminadas.

Conadi derivó el caso a la unidad fiscal, profundizó la investigación, y luego la presentó ante la justicia Federal, donde hasta hoy se siguen recabando datos y testimonios. El Tío Roberto Mijalchuk recibió el llamado tan esperado a ese teléfono fijo que nunca había dado de baja. La Conadi le comunicó que había encontrado a su sobrino y que podían reunirse.

Javier Matías Darroux Mijalchuk conoció su origen y hoy las Abuelas le dieron la bienvenida a esta enorme familia para restituirle su derecho a la identidad y contribuir a la construcción de su historia.

"Quiero agradecer a Abuelas y Madres de Plaza de Mayo que su incansable lucha, coraje, y su inquebrantable militancia, hacen posible que podamos sanar un poco todo el daño que hemos sufrido por parte del Estado y las fuerzas armadas, que aún hoy siguen siendo cómplices con su silencio, y su falta de arrepentimiento, por las atrocidades cometidas", dijo el nieto recuperado 130.

"La restitución de mi identidad es para mí un homenaje a mis padres, una caricia en el alma, un símbolo de memoria, verdad y Justicia, un símbolo que si tengo que definirlo en un momento que lo represente, no encuentro uno más significativo que el abrazo con mi tío, cuando, tras 40 años de búsqueda, pudo decir: Sos vos Javi. Y abrazarme como nunca antes nadie, ni nunca nadie podrá volver a hacerlo. Las Abuelas son abrazos", expresó Javier Matías.

"Quiero agradecer a Estela de Carlotto y a las Abuelas de Plaza de Mayo por este reconocimiento como un nieto recuperado más, ya que mi historia, la de mi hermano y la de mis padres, aún no está resuelta, y la posibilidad de hacer visible nuestra historia públicamente, me genera una luz de esperanza para encontrar a alguien que sepa que ha sido de la vida de ellos", finalizó para estrecharse en un interminable abarazo con Estela de Carlotto./infonews.com