Durante su discurso por los actos del Día de la Bandera, el presidente Mauricio Macri tildó a Hugo Moyano y a su hijo Pablo de "patota"  y los acusó de "tener un comportamiento mafioso e ilegal". En un fuerte tono electoral, el Presidente además adjudicó la caída del desarrollo laboral en el interior por “los costos del transporte”. “Argentina tiene el costo de transporte más caro de la región, producto de privilegios acumulados de manera ilegal, por el señor Pablo Moyano y Hugo Moyano. Esto es grave porque no podemos generar trabajo en el país, porque una Pyme en Jujuy no puede pagar el costo del camión”, arremetió.

“Ayer fue un día importante para todos los argentinos menos para el presidente, que en lugar de conmemorar el acto patrio lo utilizó para atacar a Camioneros. Entendemos que la campaña entró en la recta final y que para buscar la reelección va a culpar a todos menos a él por la situación del país”, expresó Torres.

Desde el gremio entienden que la arremetida del mandatario no es casual ni inoportuna, y que fue una clara muestra de apoyo a las intenciones de la cámara empresarial de poner como condición para negociar el aumento salarial una modificación del Convenio Colectivo de Trabajo. “Nosotros hemos pedido un incremento salarial del 46% y desde la cámara de empresarios nos intentan imponer la modificación de algunos puntos del Convenio Colectivo. No vamos a ceder ningún derecho solo para que el presidente esté contento”, remarcó el dirigente.

Entre los derechos que el empresariado espera poder recortar, los principales son la disminución del pago por antigüedad del 1% al 0,5% del salario básico, de los días de vacaciones y la eliminación de algunos viáticos (movilidad y  refrigerio, entre otros). “Todos estos derechos fueron conquistas que los trabajadores nos hemos ganado a lo largo de los años y aceptar esto sería entregar a los trabajadores. No estamos dispuestos a entregar ningún derecho”, subrayó Torres.

El planteo de los empresarios va en sintonía con la reforma laboral que el presidente añora ejecutar desde que asumió en diciembre de 2015, pero que nunca encontró el apoyo necesario para impulsar en el Congreso debido al fuerte rechazo del sindicalismo, en donde Pablo Moyano jugó un rol clave. Desde Camioneros entienden que todas las embestidas del mandatario se deben a esta situación puntual. La estrategia es clara, demonizar al sindicalismo para que la reforma laboral prospere sin obstáculos.

Cabe recordar que durante los últimos años del kirchnerismo, el líder sindical y el por ese entonces jefe de gobierno porteño mantenían una relación sólida cimentada en la oposición de ambos hacia Cristina Fernández. Pero las críticas del “moyanismo” hacia la reforma laboral y el contraataque del gobierno a través de la presión de la AFIP por la deuda del correo OCA, la avanzada judicial sobre la corrupción en Independiente y el proyecto para limitar las reelecciones en los sindicatos terminaron de hacer estallar la tensión entre las partes.