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Martín Caponio, el tucumano trans que reclama tratamientos accesibles "para todes les chiques"

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El joven expuso en el Parlamento Juvenil del INADI. Dice que es feliz y privilegiado, pero que otras generaciones sufrieron discriminación y que en la actualidad todavía falta mucho para que sean iguales ante la ley, sobre todo en la cobertura de salud.

Martín Caponio es un chico trans tucumano, estudiante secundario. Repite a quien quiera escucharlo que su historia no es trágica, sino feliz, pero que siente la responsabilidad de hablar por quienes pertenecen a su comunidad, sufrieron en el pasado y todavía sufren. Por eso, viajó al Parlamento Juvenil, después de que su ensayo "Soy Martín" fuera seleccionado por el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI).

Dudó un poco antes de presentar su trabajo porque creyó que le restaría tiempo a sus estudios en un colegio secundario que depende de la universidad. La propuesta le llegó de la mano de una de las abogadas del INADI que lo ayudó este año con los trámites de su documentación. "No me arrepiento, porque está siendo para mi una experiencia muy linda -dice en un hotel céntrico porteño un día lluvioso, casi recién llegado- Puedo contar mi vida, que no es la más dramática, pero también otras que son bien distintas a la mía y mucho más duras. Hay muches chiques trans que no tuvieron aceptación en su familia, ni en las instituciones educativas, ni tienen acceso a una obra social, ni al trabajo formal ", enumera.

"Quería mostrar la doble cara de la sociedad, que te da, pero también te quita. Todo depende de tu status social y económico", sentencia.

Martín no recuerda haberse sentido cómodo nunca en su cuerpo de nena. "Yo me veía como un varón, pero no comprendía lo que me pasaba. Fui entendiendo y aprendiendo a medida que crecí. Leí, me informé", recuerda.

La primera de las charlas sobre el tema la tuvo con sus amigos más cercanos, con sus pares: "No fue tan difícil, se lo tomaron rebien. Después se lo conté a todo el curso, en 4to año, el año pasado. Me apoyaron un montón".

En su casa, sus padres también lo aceptaron, y admitieron que lo que estaba pasando era lo mejor para él. "Fueron muy maduros, supieron que poder expresarme tal cual era, era lo correcto. Siempre tuve el buen acompañamiento de ellos y ahora tanto ellos como mi hermano están muy orgullosos de mi", dice, refiriéndose a su rol de defensor de las personas trans en los medios.

Martín completó los cambios registrales (partida de nacimiento, DNI) a principios de este año. Hace dos meses, le hicieron una intervención para la extracción de mamas. "Tuve una recuperación muy exitosa, que me dio la posibilidad de viajar al parlamento. Estoy viviendo en plenitud total", asegura.

"Hay un cambio social que se está transitando. Los chicos no discriminan a las personas trans muy naturalmente porque estas temáticas se están empezando a hacer visibles, están en la tele -señala- y ellos reciben además información por otras vías, tienen herramientas. Aunque también los mayores se están adaptando. Mi papá y mi mamá son personas grandes por ejemplo, tienen alrededor de 50 años, han nacido en otra época, pero supieron abrirse".

Martín vuelve a aclarar una vez más que su vida es privilegiada pero que conoce muchas chicas y chicos trans que todavía hoy tienen que vencer un montón de obstáculos. Las generaciones anteriores la pasaron muchísimo peor, es verdad, pero todavía hay infinidad de dificultades. El hecho de tener una obra social, acceso a una de las mejores endoncrinólogas especialistas en su provincia, la cobertura de controles y medicación costosas antes y después de las intervenciones quirúrgicas de adecuación, hace su realidad muy diferente. "Hay muchos chicos de otras provincias que conozco que viajan a atenderse con ella, pero si no les cubren los gastos del viaje desde La Pampa o Río Negro las obras sociales es difícil para ellos atenderse como se debe", advirtió Martín.

"Yo tengo todos los derechos que tiene una persona 'normal' y que por eso, como trans, soy privilegiado", agrega. "Para la mayoría de las personas trans hay largas esperas para operarse en un hospital público como establece la ley, y se tienen que operar a veces con médicos que no están capacitados. No les llegan los medicamentos al interior, y son carísimos, inalcanzables. Cada aplicación sale más de 30 mil pesos. No tienen acceso tampoco a buenos controles, que en estos procesos de adecuación son indispensables, porque de lo contrario, las consecuencias se reflejan en la salud", lamenta.

La ley de Identidad de Género fue un mojón en la obtención de derechos aunque "no se la cumple al 100%", sostiene Martín. Él sabe que tiene un futuro asegurado: va a estudiar Ciencias Políticas en la Universidad, va a conseguir un trabajo y posiblemente se dedique a la política. Sus antecesores, expulsados, excluidos, perseguidos, discriminados, no tuvieron esa posibilidad./tn.com

Parlamento Federal Juvenil del INADI
Con la intención de construir una sociedad más inclusiva y respetuosa, compartir experiencias y profundizar el debate federal, adolescentes de todo el país viajaron a la Ciudad de Buenos Aires para participar del 5to Parlamento Federal Juvenil INADI, tras haber sido seleccionados por sus ensayos sobre distintas temáticas que trabaja el organismo. Del encuentro federal participan 72 estudiantes secundarios, de entre 15 y 17 años, que presentaron proyectos que contemplan las distintas temáticas que trabaja el INADI. El 21% eligió abordar la discriminación por aspecto físico, el 17% la diversidad sexual e identidad de género, el 13% la violencia de género, el 12% el racismo y xenofobia, el 11%, la discapacidad, el 11%, el embarazo adolescente y el resto abarcaron problemáticas como acoso escolar, ciberacoso, la diversidad religiosa y la discriminación en general.