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Devoción a la Virgen: René Barrionuevo peregrina en su silla de ruedas por sexta vez

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El joven de 27 años que partió de San Miguel de Tucumán recorrerá más de 230 Km. para cumplir su promesa a la Virgen del Valle en la capital catamarqueña. Ayer pasó por Concepción y fue recibido por un grupo de peregrinos.
Ni el intenso calor, ni la lluvia pueden frenar la fe de este entusiasta deportista. Nacido en la capital tucumana confesó, a primerafuente, que  se ha preparado durante una semana para concretar su sexta peregrinación, en su silla de ruedas, a la vecina provincia. El objetivo, como cada año, llegar el 8 de diciembre  hasta la Gruta de la Virgen del Valle en la capital catamarqueña.

Según, contó, este año lo motiva una promesa muy especial y que está ligada a una difícil situación que le sucedió hace unos meses a su madre, cuando tuvo problemas en el corazón y debió ser  intervenida quirúrgicamente de urgencia. Esta situación motivó a  René a pedir a la Virgen por la salud de su madre y le realizó una promesa que espera cumplir junto a su hermana.

“Este año es muy especial para mi porque le pedí a la madre morenita por la salud de mi mamá. La idea es llegar hasta la playa de estacionamiento de la Gruta, me bajaré de la silla de ruedas para llegar a cuatro pies hasta el altar. Mi hermana me ayudará a cumplir con la promesa”, contó el peregrino. 

A Barrionuevo, en esta oportunidad, lo acompañan además de su familia, tres personas  que se sumaron a la travesía de fe. 

“Una de ellas sufrió un grave problema de salud y  por suerte pudo salir gracias a la intervención de nuestra madre del valle. También me acompañan dos excombatientes  de Malvinas. Hasta ahora vamos a un muy buen ritmo y no tuvimos inconvenientes” destacó.

El recorrido que realiza René a Catamarca, es simple pero requiere de mucha concentración y constancia para poder cumplir con cada etapa. Transita a diario aproximadamente  40 Km. y descansa unas 5 horas en algún puesto a la vera de la ruta 38. Cabe señalar, que siempre que pasa por una ciudad es recibido por los vecinos que lo saludan, se sacan unas fotos y continua la marcha.  

“Esta es mi sexta peregrinación así que conozco muy bien la hoja de ruta. Es muy bueno llegar a una ciudad y que grandes y chicos te reciban, se saquen fotos y te ofrezcan agua,  porque reconforta muchísimo. Lo mismo pasa en los puestos que hay a la vera del camino. Allí  tenemos amigos que nos esperan. Tal es al caso del puesto de asistencia al peregrino en Concepción, “Dar de corazón”, donde todos los años hacemos una larga parada. Por suerte hay mucha gente solidaria todavía”, destaca.

Al finalizar la entrevista el joven peregrino adelantó, “que con este ritmo de viaje es muy probable que llegue antes de lo previsto a San Fernando del Valle de Catamarca, aunque todavía debo cruzar la  Cuesta del Totoral, que siempre es complicada, pero confío en la madre morenita que me da la fuerza suficiente para sobrepasarla sin problemas”, concluyó./ Por Rafael Medina.-