Al llegar el día y vencer el tiempo de espera (lunes 13 de enero, a las 19), no había ninguna persona para la apertura de la asamblea de empleados del ingenio Marapa. La convocatoria había sido realizada el jueves pasado por el dirigente obrero Juan Ramón Correa, quien intenta ir por un nuevo mandato al frente del sindicato del ingenio Marapa.
Sólo el representante legal de Correa apareció por el local de pasaje 2 de abril. El abogado Alvaro Contreras, actual subdirector de Ingreros Municipales de San Miguel Tucumán, tuvo que enfrentar a los dirigentes Rodolfo Reinoso y José Leguizamón, quienes acudieron a la cita con escribano para constatar el fracaso de la asamblea.
Justamente Reinoso (secretario general del sindicato del ingenio Aguilares) denunció a Correa el año pasado, por el supuesto delito de falsificación de documentos públicos, para quedarse con el control del sindicato del ingenio Marapa. La instrucción de la Justicia Federal comprobó que el denunciado nunca trabajó para el ingenio de Emilio Luque y ahora debe resolver si envía a Correa a juicio.
“Con el escribano se libró un acta, donde consta que esperamos treinta minutos y no se presentó ni Correa ni nadie, entonces se da por anulada la asamblea", manifestó Reinoso, y agregó que "él se hace llamar presidente del sindicato del ingenio Marapa, pero en realidad ese cargo no existe, en el estatuto no dice eso, se refiere a Secretario General, pero no presidente”.
Tanto Reinoso como Leguizamón coincidieron que Correa busca armar un proceso electoral en el ingenio Marapa, para quedarse con la conducción y así poder aspirar a un cargo en la Federación de Empleados de la Industria Azucarera (FEIA).
