Una jueza federal de Río de Janeiro ordenó levantar la
campaña publicitaria del gobierno de Brasil para suspender el aislamiento por
la pandemia de coronavirus y volver a trabajar, decisión que le generó una
confrontación con los gobernadores y forzó a Jair Bolsonaro a retroceder y
afirmar que no fue una campaña sino un "experimento".
La jueza Laura Bastos Carvalho ordenó este sábado que el
gobierno "se abstenga de vehicular, por radio, televisión, periódicos,
revistas, sitios web o cualquier otro medio, físico o digital, piezas publicitarias
relativas a la campaña 'Brasil no puede parar'".
En caso de incumplimiento de la orden, la magistrada estimó
una multa de 100.000 reales por infracción, según informa el diario O Globo.
El gobierno federal contrató en carácter de urgencia, sin
licitación, una agencia publicitaria para animar a la población a ignorar las
recomendaciones de aislamiento social como forma de combatir el coronavirus.
La divulgación de las piezas publicitarias, a un costo de
4,8 millones de reales, está prevista para este sábado.
La decisión de la jueza Bastos Carvalho es en repuesta a una
acción civil que presentó el viernes por la noche el Ministerio Público Federal
en Río para impedir que el gobierno federal lance la campaña "Brasil no
puede parar", que coincide con lo expresado públicamente por el presidente
Bolsonaro.
Otra de las medidas cumplidas en la medida cautelar obliga
al gobierno federal a no realizar ninguna otra campaña que "sugiera a la
población brasileña comportamientos que no estén estrictamente fundamentados en
directrices técnicas, emitidas por el Ministerio de Salud, con base en
documentos públicos, de entidades científicas de notorio reconocimiento".
La presentación del Ministerio Público fue firmado por 12
fiscales de la República y señala en uno de sus párrafos que "desde la
emergencia de la crisis sanitaria derivada de la pandemia causada por el nuevo
coronavirus, el presidente Jair Mesías Bolsonaro ha negado sistemáticamente la
gravedad de la Covid-19, a pesar de los conocimientos científicos obtenidos
hasta ahora sobre el virus y el estado de pandemia mundial".
Además, el juez federal de Rio de Janeiro Márcio Santoro
Rocha anuló el decreto presidencial que exceptuaba como servicios esenciales a
las iglesias y negocios de lotería ya que "el decreto pone en riesgo toda
la eficacia de las medidas de aislamiento social para aplanar la curva del
coronavirus".
La confrontación con los gobernadores
Bolsonaro había levantado la apuesta en los últimos días
presionando a gobernadores y alcaldes a eliminar la cuarentena y afirmó que no
cree en los números provistos por los hospitales de San Pablo, el epicentro de
la pandemia en Brasil, cuyo gobernador, Joao Doria, afirmó ayer que el
presidente es un "irresponsable" y el "garante de futuros
fallecidos".
El jefe de Estado mantiene una posición por momentos
contradictora hacia la crisis, porque mientras pide que las personas
"salgan a las calles a trabajar" y apoya manifestaciones de sus
simpatizantes contra la cuarentena, una de las cuales está prevista para hoy,
ayer encabezó un acto del Banco Central para liberar 8.000 millones de dólares
para una línea de crédito subsidiada a las Pymes, que les permita pagar
salarios de hasta 400 dólares durante dos meses.
"¿Cuál es el gobierno? El del Ministerio de Salud o el
del irresponsable de Bolsonaro?", se preguntó el viernes el gobernador de
San Pablo, quien denunció que recibió amenazas de muerte y enfrentó protestas
de decenas de bolsonaristas.
Brasil contabiliza 3.477 personas contaminadas, con 96 muertos y 6 personas que sanaron. Entre los fallecidos figura el intendente (prefecto) de São José do Divino, Antônio Nonato Lima Gomes, conocido como Antonio Felicia (PT), quien fue la primerea fue el primer muerto del estado nordestino de Pauí por el Convid-10. El intendente, de 57 años, era diabético./Fuente: Télam