Los jardines maternales privados de Tucumán, a los que habitualmente asisten niños que tienen entre 45 días y 3 años de edad, tuvieron que cerrar sus puertas a mediados de marzo, cuando el gobierno nacional anunció las primeras medidas ante el avance del Covid-19.
Desde entonces, la mayoría no tiene ingresos, ya que no hay
ninguna disposición que obligue a los padres a seguir abonando la cuota mensual
si sus hijos no concurren. “Estamos con las puertas cerradas y eso nos ha
puesto en una situación de crisis extrema. Nuestro único medio de ingreso son
las cuotas y por diversos motivos los padres han dejado de pagarlas”, expresó Martínez,
quien es presidenta de la Asociación de Jardines Maternales Registrados
Según la referente, el programa de asistencia económica que el
Estado dispuso para las empresas de todo el país “ayudan” pero no alcanzan para
cubrir los salarios de las docentes que trabajan en estos espacios y
menos los costos fijos que se siguen generando a pesar de no desempeñar
actividades. “El Estado sí nos ha dado asistencia, pero eso no alcanza. Por un
lado, el ATP nos llegó en un 30%, una llegada muy baja para sostener todos los
gastos que tenemos, que no son solamente sueldos. Tenemos que cubrir los alquileres,
los impuestos, los aportes, pagar los créditos, etc. En cuanto a los préstamos
a tasa cero, no tenemos margen ya para sacar más créditos así que ese programa
a nosotros no nos ha servido”, explicó Nieves.
En cuanto al posible retorno a la actividad, según les explicaron desde el Comité Operativo de Emergencia, como se trata de un servicio educativo, el permiso deben venir desde Nación. “Creemos que recién va a ser en agosto. Venimos manteniendo reuniones con las autoridades, hemos hecho presentaciones en todos lados. Ya hemos presentado un protocolo para volver a la actividad pero hasta aquí no nos han dado respuestas”, sentenció.