Mienten. "Es una dura y cruel mentira", como dice una canción. Son militantes del macrismo que agitan un desgaste en contra del Gobierno nacional y que encuentran en los y las periodistas y algunos medios, en los que ellos llaman "planeros", en la militancia social y en el peronismo, sus blancos para instalar lisa y llanamente, otra vez, la violencia política en el país, como en el 55, el 66 y el 76.

Pongamos en claro. La movilización de este 9 Julio al Obelisco, que tuvo contrapartes casi inexistentes en algunas provincias, fue convocada a través de las redes sociales y WhatsApp por la agrupación de "El Campo a la Ciudad", una organización agropiquetera que intenta acomodarse para participar de la puja electoral del año próximo. No es casual que haya coincidido con la vuelta a la escena pública de Mauricio Macri mediante una teleconferencia en donde descargó conceptos de extrema agresividad en contra del gobierno de Alberto Fernández.

La convocatoria fue hecha en torno a nueve puntos, entre ellos, la libertad de expresión, la defensa de la empresa Vicentín, el aumento a jubilados y el término de la "cuarentena boba", como si esa última decisión fuera de gusto y conveniencia del Gobierno nacional. Todos los estudios indican que las medidas para cuidar a los argentinos y argentinas han sido las correctas.  

Ya el comunicado firmado por los tres principales partidos políticos de oposición tras la muerte del ex secretario privado de Cristina Fernández hablaba de una inexistente "gravedad institucional". Ese comunicado, como si se hubiera tratado de una acción coordinada, fue utilizado por los grupos de medios dominantes del país para apuntar contra la ex Presidenta. Sólo faltó que la trataran de "asesina", cuando todo indica que fue un hecho policial de origen en la vida privada de la víctima.

Estos grupos van por todo. Nada los convence, a menos que haya sintonía fina con ellos. Son indiferentes al llamado a la unidad y a la mesura del mensaje presidencial en este Día de la Independencia.

Sus objetivos es instalar la violencia en las calles, en el humor social y recrear la grieta. Sus responsables tienen nombre y apellido: Mauricio Macri y sus aliados. Insaciables quieren volver aún luego de haber detonado el país. Para ello se proponen ganar las calles y han encontrado en algunos medios un lugar por donde canalizar su odio sin límites.

La derecha argentina le encontró el gusto a las calles que siempre fueron el lugar de la lucha de las clases populares.

Ojalá la mesura y la inteligencia primen en los dirigentes de la mayor parte de las fuerzas democráticas para que fracasen estos intentos de instalar estos climas de crispación. De lo contrario estaríamos ante el riesgo de lamentar enfrentamientos que provoque el derramamiento de sangre de argentinos y argentinas. Esto es lo que está en juego en nuestra Patria.

En el Día de la Independencia digamos basta y que la violencia política sea rechazada por todas las fuerzas democráticas de nuestro país.

Por Oscar Gijena

Secretario General de la APT y de la CTA Tucumán

Twuiter: @Oscargijena