El uso de las bolsas mortuorias, con nombres de militantes de Derechos Humanos y funcionarios del Gobierno, es romper con un pacto transversal de gran parte de los partidos políticos desde 1983 que es repudiar cualquier tipo de reivindicación del horror de la última dictadura militar. En bolsas mortuorias se intentó desaparecer a una juventud que se opuso a los dictadores; entre ellos hubo trabajadores y trabajadoras de prensa. Mucho más aquí, miles de argentinos y argentinas tuvieron que despedir a sus seres queridos en bolsas mortuorias por haber sido víctimas de la pandemia de Covid-19, por lo que esas imágenes despertaron dolor sobre dolor.

La Asociación de Prensa de Tucumán repudia enérgicamente ese modo de expresión de disidencia y pide que se ponga en marcha una investigación para identificar a sus responsables. NUNCA MÁS. Por más MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA. 30.000 DESAPARECIDOS, ¡PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!.