“Presentar renuncias luego de una elección ocurre desde hace 40 años”

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El analista político Mauricio Formoso reflexionó para Radio Prensa el significado del temblor que se desató ayer en Casa Rosada, luego de que 12 funcionarios pusieran su renuncia a disposición del presidente. “Son actos administrativos propios a una postelección, pero los medios se aprovecharon de una interna para desatar una crisis”, remarcó.

El politólogo y docente Mauricio Formoso, pasó por Radio Prensa y analizó la coyuntura política actual, luego del cimbronazo que desató la presentación de renuncias por parte de la mitad del gabinete, precisamente de funcionarios que responden a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Esto se hace desde hace 40 años. Son actos administrativos que se hacen después de cada elección. Pero en este caso los medios se aprovecharon para desatar una crisis. Hoy evidentemente si existe esa crisis porque no se pudo parar la pelota. Diferente hubiera sido que las renuncias fueran indeclinables, eso si hubiera sido un vaciamiento de poder”, inició.

Y consideró que “Fernández debe aprovechar y sacar ventajas, hacer los cambios que ya que tenía pensado”.

Las PASO en Tucumán

En cuanto al resultado de las primarías en nuestra provincia, señaló que “no sorprendieron en cuanto al número, el peronismo llegando al 50% y Juntos por el Cambio llegando a su techo histórico. Lo que sorprendió fue que por primera vez había una mayor oferta electoral en el cuarto oscuro. Eso le dio a las PASO un condimento especial”.

Por otro lado, remarcó que tras los resultados quedó claro que “Manzur es conductor porque ha ganado las elecciones, pero Jaldo no claudica en sus intenciones de ser gobernador”. En función de eso, consideró que rumbo a noviembre “vamos a ver una campaña más jugada por la Casa de Gobierno, con menos incentivos del jaldismo de participar. Habrá que ver si no participa o si participa para otro espacio. Está claro que logró su objetivo y ahora se van a tranquilizar las aguas”.

En cuanto a la interna en Juntos por el Cambio, remarcó que la derrota de José Cano y Silvia Elías de Pérez pone a la luz un hecho que ya se había consumado en elecciones anteriores. En 2015, Cano ya tendría que haber sido cuestionado como líder y candidato. Lo mismo en 2019 con Elías de Pérez, cuando perdió frente al oficialismo. Tardaron demasiado. Pero esto es algo habitual. A los partidos les cuesta la renovación”.

Por último, analizó que Germán Alfaro, si bien quedó bastante cómodo por los resultados, debe reconocer que “no es dueño de los votos de la oposición”. “Alfaro también tendrá que hacer un análisis de su gestión y del trabajo que hace en la capital, porque en la capital no sacó más de 65 mil votos, y cuando uno suma los votos de Mariano Campero, que quedó muy cerca, y los de Cano, obtuvieron más votos que los que sacó Alfaro. A partir de ahora llega otra puja por quien va a ser el reemplazo de Alfaro en la capital. Y allí, las pretensiones de gobernación de Alfaro pueden ser una importante posibilidad para los dirigentes del radicalismo".