El oficialismo, junto a sus aliados, logró aprobar el modelo de boleta que se utiliza actualmente en la provincia de Mendoza. El único desacuerdo que existía entres los bloques que adhieren a la reforma electoral era la posibilidad del voto de lista completa en un único casillero, iniciativa que sería retomada en el futuro por la UCR.
Gobernadores de provincias cercanas a Casa Rosada y referenciadas con la bancada legislativa de Innovación Federal presionaron para que esta modalidad -que no los beneficia dado que representan a partidos provinciales y no llevan candidato presidencial- no avance en el recinto y lograron aplicar su voluntad.
Desde La Libertad Avanza, que no es autor del proyecto de Boleta Única de Papel, plantearon que este sistema abarataría costos, podría impulsar mayor transparencia y hasta algunos de sus miembros sostuvieron que terminaría con un esquema electoral fraudulento que en Argentina no tiene antecedentes concretos históricos a nivel nacional, lo que representó el principal argumento de Unión por la Patria -que no acompaña la reforma-. Sí dejaría de practicarse, por falta de utilidad, el robo de boletas.
Con una boleta única que engloba a todos los candidatos, se garantiza la presencia de la totalidad de la oferta electoral el día de los comicios en cada centro de votación.
En el diseño elegido, basado en el modelo que actualmente utiliza la provincia de Mendoza, los partidos figurarán en las columnas (verticales) y los cargos en las filas (horizontales) para facilitar la visualización del elector. No incluirá el casillero de “lista completa” para que el votante pueda seleccionar todas las categorías de un mismo color político.
La ausencia de esta opción anulará casi por completo el “efecto arrastre” de las estructuras partidarias.