Quienes critican al fútbol argentino por la violencia en sus tribunas ponen a Europa como paradigma de concordia, donde hinchas de los dos equipos protagonistas comparten amistosamente el mismo tablón, más allá de los colores, más allá del resultado.

Sin embargo, no en todos lados reinan la cordialidad y la armonía. En la previa del duelo entre el Atalanta y la Juventus, un niño de seis años fue junto su padre y un grupo de hinchas amigos, algunos del local y otros del visitante, al estadio Atleti Azzurri d'Italia.

El nene, fanático de Carlos Tevez, fue vestido con la maglia de la Juventus con el estampado de su ídolo. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no lo dejaron entrar al estadio hasta que no se tapó con otra prenda su casaca.

"Si no le colocas a tu hijo algo encima de esa camiseta no lo dejamos entrar" le dijeron al papá del nene en cuestión, quien debió ponerse un buzo ante la indignación de su progenitor: "Esta es la demostración del clima de intolerancia que impera en algunos estadios italianos".

Pese al disgusto inicial, el chico habrá disfrutado la experiencia ya que logró ver en vivo y en directo los dos goles que marcó el delantero argentino para el triunfo de la Juventus por 3-0.