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Cosas extrañas suceden en Radio Nacional

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Desde noviembre de 2011, cuando despidió sin fundamento a Walter Alú, secretario de organización de la APT, Ramiro Rearte, autodenominado director de la emisora, instauró un clima de temor y revancha.

En noviembre de 2011, Walter Alú, secretario de organización de la Asociación de Prensa de Tucumán (APT), fue despedido de Radio Nacional Tucumán a instancias de Ramiro Rearte, funcionario de la emisora quien se hace llamar director a pesar de que no es cargo con el cual se encuentra nombrado. Rearte, ex secretario adjunto de la APT, vulneró los fueros sindicales de Walter Alú y para hacer más grave la cuestión, lo hizo en medio de una negociación salarial

Rearte, quien se alejó de la APT en los primeros meses de 2011, instauró desde ese momento una persecución en contra de los trabajadores sindicalizados, a quienes amenaza de manera reiterada con despidos o la no renovación de contratos para aquellos que se atreven a realizar cuestionamientos sobre las condiciones laborales en la emisora. La situación se repite todos los días en la emisora, aunque los trabajadores prefieren mantener el anonimato a la hora de realizar las denuncias ya que temen la venganza del supuesto director.

En este sentido, el periodista defensor de los derechos laborales y humanos, ahora muestra su otra cara, la de realizar concursos públicos laborales para la emisora sin que sepa nadie, o lo que es peor; convocatorias cerradas que culminan con designaciones a su preferencia.

Desde que Rearte ingresó a la radio estatal vienen sucediendo hechos considerados por el ambiente periodístico de lamentables, teniendo en cuenta que hace unos meses había contratado a un periodista que nunca pudo cobrar sus haberes. También podemos sumar la situación reciente de la compañera María Mercedes Jiménez que prestó por mucho tiempo sus funciones laborales y que no pudo conseguir la renovación de su contrato justo cuando se quedó embarazada.

Esta situación motivó en los últimos días que muchos compañeros trabajadores de diferentes medios de comunicación se solidarizaron con la futura mamá y evalúan realizar una manifestación en las puertas de la emisora pública y hacer conocer mediante volantes, quién es el personaje que está al frente de la radio de todos.

La APT se encuentra en pleno proceso judicial por el ilegal despido del compañero Walter Alú, en ese sentido, se solicitó la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación, quien a su vez dio parte a la Delegación Tucumán del Ministerio de Trabajo de la Nación. Ante la ausencia de los representantes legales de la emisora en una audiencia conciliatoria, la repartición nacional dictó una resolución archivando los trámites administrativos debido al desinterés de una de las partes a participar. Eso sí, los asesores legales del Ministerio dejaron en claro que el conflicto debe canalizarse a en sede judicial ante el juez que resulte competente, algo que ya se encuentra en curso.

Algo tan simple, como el archivo de un expediente ante la negativa de una de las partes a presentarse en una audiencia, es esgrimido por Ramiro Rearte como un triunfo que da por tierra con las pretensiones de la APT de dejar sin efecto el despido y conseguir las reparaciones económicas y morales que imponen en el caso. Eso sí, en caso de perder el juicio, no será el autotitulado director de Radio Nacional de Tucumán quien deberá afrontar los costos del proceso, sino el Estado Nacional. Tampoco las máximas autoridades de la emisora deberán poner un peso de su bolsillo y es probable que lamenten la decisión que tomaron, seguramente mal asesorados por Rearte, quien en Tucumán cuenta una cosa y en Buenos Aires dice otra.