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Las mujeres de la Batalla de Tucumán

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En el programa “Como te digo una cosa te digo la otra”, que se emitirá hoy, a las 17, por Radio Prensa 90.1 FM, te contamos la historia de 4 de las 120 mujeres que participaron de la histórica batalla

Aunque muchas veces la historia las ignora o las minimiza con una labor complementaria, hubo más de 100 mujeres que participaron de la gesta histórica de 1812. Te contamos la historia de cuatro de ellas en el programa “Como te digo una cosa te digo la otra”, producido por el grupo de mujeres de prensa de la Asociación de Prensa de Tucumán, y que se emitirá este jueves, a las 17, por Radio Prensa 90.1 FM.

Las mujeres también se encargaban del transporte de alimentos, ropas y material bélico, reparaban armas. Se las llamaba de distintas maneras: troperas, rabonas, guarenas o soldaduras y acompañaban a las tropas preparando los víveres, cocinando, atendiendo a los heridos, enterrando a los muertos, portando las armas, algunas vestidas de hombre para ser aceptadas en el combate y otras ejerciendo su condición de mujeres guerreras, en ocasiones desempeñando rangos militares y actuando como estrategas.

Esta intervención femenina se produjo en todos los niveles sociales, desde las del pueblo, indígenas, negras y mestizas en su mayoría, hasta las criollas de las élites sociales. Todas ellas colaboraron en la medida de sus posibilidades en el proceso histórico que vivieron.

De la lista de mujeres argentinas que lucharon por la independencia, se distinguen cuatro como representativas: Juana Moro, conocida como la Emparedada (Jujuy 1785-1874). Magdalena “Macacha” Güemes de Tejada (Salta, 1787-1866). Mariquita Sánchez de Tompson (Buenos Aires, 1786-1868), en su casa se cantó por primera vez el himno nacional argentino y María Remedios del Valle, que es el más claro ejemplo de la lucha de la mujer en este proceso pero también ejemplo del olvido tras la independencia.

Remedios del Valle luchó valientemente en el ejército argentino, siendo reconocida con el grado de capitana por el general Manuel Belgrano y la tropa la llamaban “madre de la Patria” pero su condición de negra, mujer y pobre la condenó al olvido y a la mendicidad en las calles de Buenos Aires hasta su muerte en la más completa miseria.