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El monóxido de carbono, un asesino silencioso dentro de los hogares

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El director provincial de Emergentología, Francisco Barreiro, explicó cuáles son las medidas para evitar la intoxicación. Alerta por el color de la hornalla de la cocina.

No hacer fuego dentro de las viviendas; no usar los artefactos, como la cocina, para calefaccionar los ambientes, y; prender los braseros sólo en forma intermitente y en lugares con buena ventilación de aire. Estos son los tres consejos más importantes que dio el médico director provincial de Emergentología, Francisco Barreiro, en diálogo con primerafuente, para evitar la intoxicación por monóxido de carbono al dejar en claro que estamos frente a “un asesino silencioso porque no lo podemos oler, ni ver, pero nos puede matar”.

Alertó que otra situación que se transformó a una práctica habitual es la de calentar el vehículo en garages que tiene conexiones directas con el resto de la casa. “Hay que tratar que el garage tenga una buena ventilación, y en caso contrario, es preferible no calentar el vehículo”, acotó luego de exponer frente a funcionarios, periodistas, directivos de Gasnor, estudiantes de las escuelas José Mármol y Bartolomé Mitre, en el marco del lanzamiento de una campaña de Gasnor para prevenir accidentes por inhalación de monóxido de carbono.

¿Cómo darnos cuenta del asesino silencioso? “Cuando uno ve la hornalla de color rojo o amarillento es el primer indicio de una mala combustión del gas natural. También hay que observar en las salidas de los gases, cuando hay mucha acumulación de carbón es signo de que pueda estar acumulándose monóxido de carbono dentro del ambiente”, explicó el médico especialista en emergencias dependiente del Siprosa.

¿Qué hacer? “Como primera medida, ventilar los ambientes y luego retirar a la víctima de una inhalación de monóxido de carbono. Segundo, cerrar los artefactos o electrodomésticos que estén produciendo la mala combustión de gas. Y por último, revisar todas las instalaciones porque seguramente hay algo que está mal”, precisó y comentó que en la actualidad se usa una sustancia odorífera que sale a través del gas natural para que se lo pueda percibir, ya que en su estado natural no tiene olor ni sabor, y no se lo puede ver.

Barreiro comentó que el año pasado se registraron en Tucumán dos muertes por gas natural (a causa de que se habían tapado las aberturas por donde debía salir el fluido) y tres por monóxido de carbono (por haber utilizado braseros dentro de las viviendas)

“El monóxido de carbono es un riesgo que tenemos todos en nuestras casas. Cualquier artefacto para cocinar o calefaccionar que usa un combustible líquido o gaseoso puede generar monóxido de carbono si hay una mala combustión. El peor de todos es el brasero”, dijo por su parte el gerente de Relaciones Institucionales de Gasnor, Elio Hernández.