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Serafino, un músico italiano que se encantó con Tucumán

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Hace música del Mediterráneo y está recorriendo América Latina. En un tiempo no muy lejano inicia una gira, desde Venezuela hasta la Argentina.

Estuvo en Tucumán para saciar su curiosidad: ¿cómo es el Jardín de la República? Y le fue muy bien. Tiene un clima parecido a su tierra y le dieron ganas de volver. Se llama Doménico Serafino. Cantante, su onda es el rap, funk, étnico y rock. Su nombre artístico es el apellido. Vino a radio Prensa y estuvo en el programa La Hora Señalada. Después conversó con primerafuente.com.ar y contó que ya había estado en la Argentina, Mar del Plata, Mendoza, Buenos Aires y varias ciudades donde había oído hablar de Tucumán. Vino, vio y se fue. Prometió volver, la próxima vez, a cantar.

Usa rastas, pelo rubio, ojos claros, de mirada serena habla con un marcado acento italiano, tiene un vocabulario profuso y suficiente para hacerse entender. Es agudo, perspicaz.

La música le viene de lejos: “mis abuelos cantaban lírica –cuenta- a los 4 años empecé a hacer música y a cantar con un coro de 50 personas. Después a los 19 años publiqué mi primer disco ya edité varios álbumes.

La música que canta, como hombre del Mediterráneo, es la mezcla de varios géneros además –agrega- vivo frente al mar así que tengo la influencia de la música del Magreb, del norte de África.

Cuando le preguntamos qué quiere comunicar dice que la música es una fotografía que el artista vive en ese momento. No es nada preparado. Cuando uno compone sale lo que uno vive en ese momento.

Agrega “una cosa que me hace enojar mucho es cuando la gente de Europa habla que no quiere a los inmigrantes, del África por ejemplo. El problema es que mientras el Primer Mundo sigue robando al Tercer Mundo, vive bien, porque sigue robando a los países subdesarrollados entonces no podemos enojarnos porque hay fenómeno de migraciones sostiene a los países desarrollados. Entonces hay que pensar: cómo hacer para que los países subdesarrollados no sean más Tercer Mundo. Es ignorancia de de la gente me hace enojar mucho.

¿Crees que tu música echa luz para que eso suceda?

Bueno la intención es esa, de a poco. Si le sirve a una sola persona, ya logré algo. Me gustaría que sea una cosa más masiva.

¿Por qué pensas que a la gente le gusta lo que haces?

Por lo menos la gente que viene a los conciertos me comunica eso: bailando, saltando y cantando; le llamo forma de comunicación. En Latinoamérica eso me pasa muchas veces. El público es mucho más caluroso y participa mucho y eso ¡a mí me encanta! sobre todo de Argentina. Arriba de la rítmica empiezo a construir, a trasmitir la energía que tenemos en el sur de Italia y la gente lo recibió muy bien acá y esa cosa me hace verdaderamente feliz.

¿Cuándo has llegado a la Argentina que es lo que más te ha impresionado?

En Buenos Aires me parecía Italia, los italianos del sur, parecía una Nápoles más grande. En el norte de Argentina es la primera vez que llego y en Tucumán el clima es muy similar. Cuando bajé del avión al aire es como que me sentía en casa.

¿Qué formación musical tenés?

Empecé escuchando el folk y el funk americano pero mi mamá escuchaba la Alta Canción Napolitana. La verdadera melodía con esa influencia árabe que tiene la melodía napolitana. Entonces de una persona como yo, tenía que salir una mezcla.

¿Cuáles son los elementos que dispones para la gente se comunique con vos?

La música. No hablo mucho. Las canciones llegan más que cualquier discurso. Es el único idioma universal para mí. Por eso te decía que prefiero conectarme con la música. El arma que tengo es la música.

¿Qué conoces de la música argentina?

Conocí acá lo que no llega a Italia. Por ejemplo el Rock Nacional porque el tango sí llega allá. Acá me gustan varios autores, como Calamaro, Fito Páez, Baglieto. Cuando llegué le empecé a prestar atención a la música argentina.

¿Qué elementos tomas para una composición?

Vivo a una cuadra del mar Mediterráneo entonces veo primero son los colores. Me puedo levantar a las 5 de la mañana y el mar está azul, al otro día verde, otro día azul y verde y tengo cada día colores diferentes. Entonces me inspiro con un color o sí veo algo en la televisión que me mueve, o algo que realmente me afecta eso me influencia.

¿Cuántos son los músicos que te acompañan?

Cinco y se agregan ahora músicos argentinos también. En septiembre empezamos a tocar acá. Arrancamos desde Venezuela hasta la Argentina. Pensé que lo mejor era incorporar músicos de Latinoamérica para esta nueva experiencia.

¿Cuáles son las cosas que te molestan?

Los que no entienden la relación con el Tercer Mundo y eso me vuelve loco, como se dice acá.

¿Cuáles son tus referentes políticos?

Claramente son de izquierda pero no tengo un referente político porque siempre hay algo que no me gusta. Estoy claramente por la redistribución de la riqueza en el pueblo, entonces por eso soy de izquierda. Políticamente no tengo un referente porque me parece que es no pensar con la propia cabeza.

¿Y musicalmente?

Stevie Wonder, los Rolling Stonne, varios. Me gustan los artistas que tocan bien pero no tengo un referente único porque quiero ser lo más personal posible a través de mi música.

¿Cómo es tu relación con la música clásica?

Me encanta, cuando recorro Italia con el auto, tengo que hacer 1.500 kilómetros pongo música clásica, mis predilectos son todos. Hay una radio en Italia que transmite solo música clásica. Pongo es este canal y viajo tranquilo, relajado. Voy viajando en otra dimensión con la música clásica, creo que es la base de la música moderna.

¿Cuándo cantas cuál es tu sensación?

Es increíble, como un pibe que deseó jugar al fútbol toda su vida y juega. Para mí es lo mismo. Proponer mi música y recorrer el mundo es un sueño que se concreta./ Félix Justiniano Mothe