Finalmente sucedió lo que juristas de prestigio y jueces ya en retiro vaticinaron y lo hicieron con nombre y apellido, no bajo el eufemismo de “altas fuentes” en alguna nota periodística. La acusación de Alberto Nisman, sostenida a su vez por Gerardo Pollicita, contra la presidente Cristina Fernández de Kirchner, el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios y dirigentes políticos, fue desestimada por el juez Daniel Rafecas. Consideraciones judiciales al margen respecto del fallo del magistrado, lo interesante de analizar además de lo estrictamente técnico, está referido al comportamiento y las maniobras de un amplio sector de la prensa autodenominada independiente.
El mismo jueves que se conoció el dictamen de Rafecas, Luis Majul
escribió en la edición matutina de La Nación: “Aunque Daniel Rafecas no
adelantó lo que iba a hacer ni siquiera a su familia, dos altas fuentes que
transitan los pasillos de Comodoro Py y que están vinculadas con la causa
vaticinaron que al juez federal no le queda otra alternativa que convalidar la
imputación contra la Presidenta por el delito de encubrimiento en el atentado
contra la AMIA. La duda que manifestaron es si Rafecas lo hará antes o después
del último discurso de Cristina Fernández para abrir las sesiones ordinarias
del Congreso, el próximo domingo, 1° de marzo”.
Impresionante las fuentes
de Majul, lo cierto es que un fallo de la densidad y el valor político como el
de Rafecas no cambió desde que Majul vaticinara lo contrario. Efectivamente el
fallo estaba escrito y en un sentido completamente diferente al que les hubiera
gustado a Majul y La Nación.
Sigamos con las fuentes de Majul. Su pluma advierte de la tribuna de
doctrina.”Dos fiscales y dos jueces que leyeron el requerimiento de Pollicita
sostienen que su presentación fue impecable. Que le quitó toda la adjetivación
y "carga emotiva" que tenía el pedido de indagatoria de Nisman, se
concentró en las 80 horas de escuchas a las que tuvo acceso, las comparó con
los cambios de posición del Gobierno en su relación con Irán y pidió por lo
menos 30 medidas de pruebas que a Rafecas le va a ser muy difícil no impulsar”
Ahora leamos un párrafo del fallo de Rafecas: "Ha quedado claro,
que ninguna de las dos hipótesis de delito sostenida por el fiscal Pollicita en
su requerimiento, se sostienen mínimamente. Agrega que la evaluación de prueba
aportada "inhiben el inicio de un proceso penal por cuanto no sólo dejan
huérfano de cualquier sustento típico al hecho descripto como una supuesta
maniobra de «encubrimiento» y/o «entorpecimiento de la investigación» del
atentado a la AMIA destinado a dotar de impunidad a los acusados de
nacionalidad iraní, sino que por el contrario, tales evidencias se contraponen
de modo categórico al supuesto «plan criminal» denunciado".
En síntesis, las fuentes de Majul no son demasiado “altas” ni muy
“importantes” o Majul miente en su afán de construir un relato, justamente él
que acusa al oficialismo de ser lo maestros del “relato”.