La Cámara Federal de Tucumán apartó al fiscal general Gustavo Gómez de la causa en la que se investiga la desaparición del soldado Alberto Ledo en 1976, y por la que había pedido la indagatoria del ex jefe del Ejército, César Milani.
El
tribunal tucumano consideró que el fiscal "perdió objetividad" para
seguir interviniendo en la investigación (tenía que ratificar o no el pedido de
indagatoria de Milani) pues, según los camaristas, adelantó su opinión en notas
publicadas por medios de comunicación locales y nacionales.
En
declaraciones a la agencia DyN, Gómez declaró que no dio "ninguna
entrevista al diario La Nación sino que era un refrito periodístico" y
confió que "la Cámara consideró que debería haber pedido derecho a réplica
para refutar lo que había salido publicado" pero "para mí era verdad
así que no había nada que refutar".
La
Cámara Federal designó como nuevo fiscal al kirchnerista Pablo Camuña, que fue
el primer representante del Ministerio Público que actuó en el expediente, tras
la denuncia del senador Gerardo Morales, y entonces requirió el archivo de la
misma. "Aún no decidí si voy a recurrir este apartamiento ante la Cámara
de Casación", sostuvo el fiscal y agregó: "El lunes próximo entramos
en feria judicial y voy a tener tiempo para sopesar qué hago".
A
fines del año pasado Milani fue imputado por el fiscal federal de Tucumán Carlos
Brito, que pidió su indagatoria por los delitos de encubrimiento y falsedad
ideológica de documentos públicos en la desaparición en 1976 del conscripto
Alberto Agapito Ledo, que entonces estaba a cargo del oficial.
Pero
el juez federal Daniel Bejas no hizo lugar a esa solicitud por lo cual Brito
apeló y ahora el caso estaba en manos del fiscal Gómez, que evaluaba si
correspondía ratificar o no la solicitud de su colega de primera instancia,
mientras que la defensa de Milani lo recusó y pidió su apartamiento.
En
1976 Ledo era estudiante universitario de Historia y le tocó realizar el
servicio militar obligatorio en el Batallón de Ingenieros en Construcciones 141
de La Rioja, donde Milani estaba destinado como joven oficial.
En
junio fueron trasladados a la provincia de Tucumán, donde desde 1975 el
Ejército desplegaba el denominado "Operativo Independencia de aniquilación
a la compañía "Ramón Rosa Jiménez" de la guerrilla rural del
trotskysta Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
La
noche del 17 junio de 1976 Ledo fue obligado a realizar una patrulla junto a
otros uniformados y nunca regresó a la base. El Ejército declaró a Ledo
como desertor y Milani fue el oficial que firmó el acta oficial sobre el
supuesto abandono de filas. Varios de los conscriptos desaparecidos en la
dictadura figuraron en su momento como desertores.
El
juez Bejas procesó en 2013 al entonces capitán Esteban Sanguinetti, jefe de la
Compañía de Ingenieros de Construcciones y superior de Milani, como presunto
responsable del secuestro y homicidio calificado del soldado.
Además,
en la justicia de La Rioja el hasta ayer jefe del Ejército afronta otra causa
penal iniciada por una denuncia de Ramón Alfredo Olivera, que lo acusó de
secuestros y torturas cuando fue detenido junto a su padre en la casa familiar
en la capital riojana en 1977.
En
2013 Milani se presentó en los juzgados federales de Tucumán y La Rioja para
ponerse a disposición de los magistrados y emitió un comunicado en el cual negó
"absolutamente los presuntos hechos que se le atribuyen a través de
algunos medios de comunicación", tanto en el caso de Ledo como el de
Olivera.