Mientras aguardan que desde Casa Rosada respondan los planteos para elevar de 10% a 12% el corte de mezcla de alcohol de caña en las naftas, la Ley de Emergencia declarada en la provincia, la exención por 180 días del pago del impuesto sobre los Ingresos Brutos, el fideicomiso de la Caja Popular, y los préstamos rotativos para cooperativos, son por ahora las endebles piernas que sostienen la actividad.
“Las economías regionales están todas fundidas”, sostienen desde las organizaciones que nuclean a los productores cañeros. No son los únicos que reclaman al gobierno que apure las soluciones para el sector, los industriales azucareros también temen que de no mediarse una rápida respuesta desaparezca el cañero chico, una pierna fundamental para la actividad.
En este contexto, resulta vital la intervención del PE local para que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) suspenda las intimaciones de cobro por 90 días, al menos a los pequeños productores, así como también la llegada de una línea de crédito de $ 200 millones, a través del Banco de la Nación, con tasa subsidiada, que podría ser una bocanada de aire fresco para los cañeros. Aún esperan que se concreten ambas propuestas.
En medio de la crisis, la preocupación alcanzó a las sedes de la FOTIA y FEIA, gremios que nuclean a los trabajadores involucrados en la actividad azucarera. Desde hace algunos meses que denuncian atrasos salariales y problemas con la obra social. Lo que fue una advertencia en su momento, se convirtió en los últimos días en una señal más intensa que preocupa a los trabajadores. “Estamos sentados en una bomba de tiempo”, sostienen.
El titular de la Federación de Empleados de la Industria Azucarera, Juan Correa, remarcó hace unos días que algunas industrias aún mantienen deudas de las obras sociales que, en algunos casos, ascienden a $ 1,6 millón, además del atraso salarial de varios meses. “A FEIA le preocupa la situación de los trabajadores. Qué pasará cuando termine la zafra, con los ingenios que no pagan los aumentos y los aportes de nuestra obra social. FEIA pide a todos los sectores que nos reunamos para ver cómo continuaremos en el año”, expresó.
La incertidumbre no esquiva la situación de los trabajadores temporarios. La amenaza de varios ingenios de concluir anticipadamente la zafra, como ya sucedió en la campaña anterior, despertó el alerta de los gremios. Cabe recordar que el año pasado, el ingenio San Juan culminó anticipadamente la molienda, en medio de un paro y con una importante deuda salarial.
“No sé qué pasará con los temporarios ante la incertidumbre del final anticipado de la zafra. Espero que lleguemos a fines de octubre, teniendo en cuenta la campaña atípica de este año”, agregó Correa.
Por su parte, desde la FOTIA cargaron con toda la responsabilidad de la situación que atraviesa la actividad a los industriales. “Están esperando que el gobierno les financie la zafra. Es una situación muy complicada. Si ellos no se ponen de acuerdo -el grupo que administra los 15 ingenios de Tucumán- todo lo que se pueda hacer será en vano porque no vamos a poder solucionar nada", comentó el secretario Adjunto del gremio, Luis González, a una importante FM local.
González coincidió con el reclamo de su par de FEIA y enfatizó que "la situación que estamos atravesando es crítica porque no se está cumpliendo en nada lo que se pactó para esta zafra para los trabajadores. En mayo firmamos un acuerdo y la mayoría de los ingenios no lo cumplió todavía, tenemos atrasos salariales de dos meses de sueldo aparte del acuerdo del mes de mayo”.
Una luz de esperanza
Ya con la soga en el cuello, desde la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres comenzaron a sugerir alternativas para producir más alcohol y contrarrestar la sobreoferta de azúcar en el mercado interno.
Desde la EEAOC advierten que la producción de este año tendrá un excedente del 35%, que con los bajos precios del mercado internacional y un tipo de cambio no competitivo, significará una pérdida absoluta destinar ese restante de la producción a la exportación. Ante este panorama sombrío, la producción de más alcohol pareciera ser una luz de esperanza.
En este sentido, desde la EEAOC impulsan un proyecto alternativo que consiste en generar un mercado de vehículos con motores flexibles, que funcionan con naftas y alcohol, en Tucumán y en el resto de las provincias cañeras. Esto permitiría producir mayor volumen de alcohol para uso como combustible, aunque para ello es necesario elevar el porcentaje de alcohol en las mezclas con las naftas. Reclamo aún no respondido desde Casa Rosada.
¿Podría la existencia de un mercado de vehículos “Flex” para consumo interno de bioetanol ser la respuesta? Lo cierto es que económicamente luce al menos interesante, y podría acarrear un impacto altamente positivo para las provincias del norte argentino productoras de caña de azúcar, si se toma en cuenta que en Tucumán, Salta y Jujuy, se consume en conjunto más de 400 millones de litros de naftas por año.
